Asimismo, de todos ellos, el 5,2 por ciento siempre come delante de una pantalla, el 20,3 por ciento lo hace habitualmente, y el 45,5 por ciento a veces. Se trata de un hábito poco saludable si se tiene en cuenta que los menores que lo tiene sufren un mayor riesgo de sobrepeso u obesidad que aquellos que no lo hacen.
«El teléfono móvil, la televisión y cualquier tipo de pantalla táctil deben aparcarse durante la comida, porque impiden disfrutar de las texturas y sabores de los alimentos. Además, no permiten la conversación familiar y anulan cualquier posibilidad por parte de los progenitores de inculcar a sus hijos e hijas hábitos saludables a la mesa, que les ayuden a prevenir el sobrepeso y la obesidad o enfermedades crónicas de base nutricional en la infancia como la diabetes o la hipertensión», ha aseverado el secretario y miembro del grupo de trabajo de Nutrición y patología gastrointestinal de la SEPEAP, Cristóbal Coronel.
Para alcanzar estos datos, los expertos han realizado un cuestionario on line sobre una muestra representativa de 3.000 mujeres y hombres de todas las comunidades autónomas con hijos e hijas de entre 6 y 12 años. «Los resultados del estudio indican que los progenitores españoles deben ser más conscientes de la necesidad de que sus hijos e hijas mejoren sus hábitos nutricionales, cada vez más alejados de nuestra dieta mediterránea de siempre», ha argumentado el experto en nutrición del Departamento Médico de Cinfa, Eduardo González Zorzano.
Asimismo, según el trabajo, la percepción de los padres y madres respecto al peso de sus hijos no se corresponde con la realidad en cuatro de cada diez casos (42,3%), y el 13,1 por ciento no tiene conciencia del sobrepeso u obesidad reales de su niño o niña.
De hecho, aunque perciban que su hijo o hija no se encuentra en su peso normal, cuatro de cada diez (43,1%) padres y madres no toman medidas al respecto. En cambio, el 40,3 por ciento lo lleva al pediatra o al médico de familia (3,9%) a un nutricionista y uno de cada diez (12,7%) lo pone a dieta por iniciativa propia sin consultar a un profesional, una medida que, según el experto de la SEPEAP, puede también entrañar riesgos para la salud del menor.
Un desayuno completo, asignatura pendiente
Por otra parte, el estudio ha desvelado que ocho de cada diez niños y niñas españoles (82,8%) no desayunan correctamente. «Esta primera comida proporciona al menor la energía necesaria para afrontar la primera parte de la mañana y contribuye al rendimiento escolar, por lo que debe cubrir al menos entre el 20-25 por ciento de las necesidades nutritivas de los niños. Por esta razón, es crucial que los padres y madres conozcan qué alimentos no pueden faltar en un desayuno completo y equilibrado», ha comentado González Zorzano.
Idealmente, prosigue, este debe contener un lácteo, un cereal y una fruta, pero la investigación revela que solo uno de cada diez niños y niñas españoles toma fruta en el desayuno (11,7%) y que únicamente el 17,6 por ciento bebe zumo natural.
Asimismo, en el almuerzo, uno de cada diez (12,2%) menores españoles toma bollería industrial, a pesar de las advertencias de los expertos, que aconsejan comer a media mañana una pieza de fruta de temporada, un yogur o un bocadillo de queso u otro equivalente lácteo. El bocadillo sigue siendo el alimento preferido tanto en los almuerzos (el 73,1% lo toman) como en las meriendas (70,8%).
Respecto a los alimentos que ingieren los escolares españoles, más de la mitad (51,9%) consume carne entre cuatro y siete ocasiones a la semana, aunque los expertos aconsejan hacerlo entre una y tres veces. Solo uno de cada cinco niños y niñas (21,3%) toma pescado con la frecuencia recomendada, mientras que sólo uno de cada diez (12,1%) come verdura en más de siete ocasiones semanales, como indican los nutricionistas. Además, solamente el 30,3 por ciento toma fruta con esta misma frecuencia.
«Los hábitos de los escolares españoles se alejan cada vez más de nuestra dieta mediterránea y de muchos de los alimentos que la componen, como el pescado, las frutas y las verduras, el yogur y los frutos secos. En esta dieta, están incluidos todos los grupos de alimentos en las dosis que recomienda la pirámide alimentaria, por lo que aporta la cantidad de energía y nutrientes necesarios para un correcto desarrollo físico e intelectual. En cambio, es cada vez más frecuente por parte de la población infantil el consumo de carne, dulces y comida rápida», ha enfatizado.
Así lo confirma también el dato de que tres de cada cuatro niños y niñas españoles (74,5%) toman chucherías alguna vez a la semana, mientras que solo uno de cada cuatro (25,5%) cumple con las recomendaciones de los nutricionistas y no las come nunca. Del mismo modo, el consumo de comida rápida por parte de la población infantil sigue siendo preocupante, dado que, según el trabajo, ocho de cada diez escolares españoles (82%) consumen comida rápida al menos una vez al mes, a pesar de su escasa calidad nutricional.
El 90 % no duerme las diez horas diarias recomendadas
En relación al sueño, nueve de cada diez (93,1%) hijos e hijas de los españoles encuestados no duermen las diez horas diarias recomendadas por los expertos, a pesar de que diversos estudios indican que la falta de horas de sueño puede estar relacionada con el aumento del sobrepeso y la obesidad, además de afectar al rendimiento físico e intelectual.
De acuerdo al estudio, los escolares españoles tampoco dedican el tiempo suficiente al ejercicio físico, que contribuye a equilibrar el consumo y el gasto energético: casi la mitad de los hijos e hijas de encuestados (45,7%) destina como mucho dos horas a la semana a actividades físicas extraescolares, mientras que uno de cada diez (13,6%) no asigna ni siquiera una hora a este tipo de actividades.
Del mismo modo, el estudio revela que los niños y niñas con un peso normal dedican más tiempo al ejercicio, ya que el 55,4 por ciento lo practica más de dos horas a la semana, frente al 51,4 por ciento de los niños obesos.
Solo el 37,3 por ciento de los progenitores españoles come habitualmente con sus hijos (diez o más comidas semanales), mientras que el 28,6 por ciento de los encuestados realiza con ellos menos de una comida o cena al día. Además, el 17,4 por ciento de los padres y madres no come habitualmente lo mismo que sus hijos e hijas a la hora de la comida o la cena.
Ahora bien, casi todos los progenitores participantes en la encuesta consideran fundamental el papel de los colegios en este aspecto, pues el 94,6 por ciento piensa que es necesario que se organicen actividades de educación nutricional en los centros escolares, aunque solo uno de cada dos (51,9%) afirma saber que su hijo o hija recibe esta formación.
Finalmente, a la hora de informarse sobre hábitos de alimentación saludable en edad infantil, dos de cada tres padres y madres encuestados dicen acudir al pediatra (66,1%), mientras que el 22,8 por ciento recurre a sus familiares y amigos. Internet es la tercera fuente de información preferida (22,4%), seguida del médico de Atención Primaria (13,9%).
8 comentarios
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El 90 por100 de ploticos roban mientras no trabajan
El titular de la noticia está redactado al revés. No comen cuando ven la tele, si no que, cuando comen ven la tele, que es muy distinto.
Es que claro, ¿qué quieren que se pongan a socializar y charlar en las comidas ?... ¿Qué quieren que se atragante?.. o desarrolle capacidad social?... hombreeeee, por favor !!! . -Irony Off-
Donde haya una buena conversación familiar que se quiten la Tv, las tabletas y los smartphones.
NINA: Tienes razón en todo.
Yo he crecido comiendo con la tele y ni estoy gorda, ni tengo diabetes ni estoy malnutrida, ni tengo problemas de comunicación con mi familia. El problema no es comer con la tele, sino seguir viéndola durante 10 horas después de comer, no hacer deporte y dar de merendar bollycaos y guarradas varias. El problema es que hemos dejado de cocinar como lo hacían nuestras madres y abuelas y ponemos por excusa que no tenemos tiempo cuando hacer unas lentejas cuesta menos que freír patatas con nuggets o barritas de pescado congeladas (y además es mucho más barato!). Pero claro...es más fácil echarle la culpa a las nuevas tecnologías... Menos extraescolares, menos deberes, más conciliación laboral en las empresas y veréis como los niños dejan de estar gordos.
Y los políticos narcisistas 'navegando' todo el santo día por Internet como babosos.
Y que van hacer con ellos para que no molesten los dejan aparcado viendo Tv o tableta