La demandante, Rosario Bermudo Muñoz, tiene 65 años y su madre estuvo, cuando era joven, de sirvienta con la familia aristócrata, según ha informado el abogado que lleva el caso, Fernando Osuna.
Los restos de Leoncio González de Gregorio y Martí, quien fuera esposo de Luisa Isabel Álvarez de Toledo, iban a ser exhumados el pasado 21 de abril en Quintana Redonda (Soria) por orden de un juez, aunque una de las hijas de la duquesa logró paralizar la exhumación al ofrecerse para hacer la prueba de ADN junto con la demandante.
Ante esta situación, la mujer presentó una nueva demanda en los juzgados de primera instancia de Madrid, que ha dado la razón a la presunta hija y finalmente se va a llevar a cabo la exhumación en el cementerio de Palacio de Quintana Redonda, ha indicado el abogado.
Para ello, el juzgado de Madrid que lleva el proceso civil se dirigirá a un juzgado de Soria para que realice las actuaciones de la exhumación, que supone coordinar al cementerio, al médico forense y al Instituto de Toxicología y Medicina Legal.
La demandante defiende que su nacimiento fue fruto de las relaciones extramatrimoniales entre su madre y el marido de la Duquesa Roja en los años cincuenta.
La sirvienta, «repudiada y abandonada» a su suerte, según el abogado, contrajo matrimonio en 1956 con otro hombre y ambos tuvieron seis hijos.
Ese hombre, «por el gran amor y respeto» que tenía a su esposa, reconoció a la demandante como hija suya, agrega la demanda.
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