PP se compromete a que haya horarios laborales más racionales para conciliar la vida familiar

Báñez ha expuesto este compromiso durante la conferencia política que el PP celebra este viernes el recinto de Ifema de Madrid para plantear propuestas con vistas a las próximas elecciones generales.

En la mesa redonda titulada «Hablamos de ti: empleo y políticas de empleo», Bañez ha asegurado que uno de los objetivos del Gobierno de Mariano Rajoy ha sido el empleo de calidad y ha subrayado que esta meta también supone conciliar trabajo y familia.

Ha recordado que durante la presente legislatura, se han tomado medidas en este terreno, como regular el teletrabajo o facilitar la reducción de horarios para los padres que tengan hijos a su cuidado.

No obstante, la ministra ha expresado la necesidad de «dar un paso más» y «levantar la bandera» de la conciliación de horarios.

«Trabajar para vivir, no vivir para trabajar», ha defendido la ministra, quien ha subrayado que los empleos de calidad son aquellos que dejan tiempo para formarse, para hacer deporte, ir al cine o cuidar a las familias.

La intención, ha explicado Báñez, es presentar «un proyecto a la sociedad que podría ser ley en un futuro» sobre racionalización de horarios laborales, empezando por la Administración General del Estado y continuando por las empresas, haciéndoles ver su responsabilidad social.

«Es un compromiso de país. Es bueno para las empresas, para los trabajadores y para España. El PP se pone a la vanguardia porque queremos ser europeos», ha remarcado Bañez.

A su juicio, esta tarea no es sencilla, pero hay que abrir el debate con «todas las ganas».

La titular de Empleo se ha mostrado convencida de que el que haya horarios más racionales significa para el trabajador «ser más productivo y más comprometido con el proyecto empresarial y estar más a gusto», y para las empresas, ser «más competitivas».

Durante el coloquio, se ha preguntado a Bañez por la disminución de los salarios que ha habido durante la crisis.

La ministra ha recordado que «los salarios no los decide el Gobierno», sino los sindicatos y empresarios, a los que ha apelado, por «responsabilidad», a aprovechar el crecimiento económico para «mejorar, en forma de mejores salarios, la calidad del empleo».