Manuel García Viejo, de 69 años, que pasó los doce últimos como director médico de la Orden de San Juan de Dios en Lunsar (Sierra Leona) ha sido repatriado en un avión Hércules que despegó en la mañana del domingo de la base de Torrejón de Ardoz y llegó a Freetown (Sierra Leona) a las 15.51 horas.
El avión llegó a Torrejón de Ardoz hacia las 03.15 horas y el enfermo quedó ingresado en el hospital madrileño hacia las 03.45, según pudieron comprobar varios medios de comunicación.
Junto al religioso viajaban en el avión -un T.10 (C-130 Hércules) del Ala 31 de Fuerzas Aéreas del Ejército del Aire, adaptado para esta circunstancia- dos tripulaciones, integrada cada una por un piloto, un copiloto, un navegante y un auxiliar (ocho personas en total).
Además, el misionero ha sido atendido durante su repatriación por dos equipos médicos formados por un comandante médico, un capitán enfermero y un cabo primero y un auxiliar de enfermería (seis en total, todos militares).
Seguridad
Tanto las tripulaciones, como el personal sanitario y de vuelo de cabina han estado protegidos en todo momento con monos impermeables y diverso material para aislarles de fluidos o partículas contaminantes del paciente infeccioso y prevenir el contagio.
A su llegada a Torrejón, García Viejo ha sido recibido por personal de Sanidad Exterior, que ha entregado al paciente al personal sanitario de la Comunidad de Madrid para que fuera trasladado al complejo hospitalario La Paz-Carlos III, siguiendo el protocolo de seguridad.
Esta es la segunda vez en menos de dos meses que el Gobierno de España pone en marcha un protocolo de repatriación ante el caso de españoles infectados por ébola, tras el seguido en agosto con su compañero de orden religiosa, el sacerdote Miguel Pajares, que llegó a Madrid el 7 de agosto y falleció el día 12 del mismo mes a causa del virus.
Pajares fue repatriado a España junto a la misionera guineana con pasaporte español Juliana Bonoha, que fue dada de alta el 28 de agosto tras haber sido sometida a diversas pruebas que descartaron que padecía ébola.
Ahora García Viejo será ingresado, como ellos, en la sexta planta del Hospital Carlos III, donde se han dispuesto habitaciones de aislamiento con esclusas con presión negativa para evitar cualquier contacto del enfermo con el exterior y el riesgo de contagio.
El personal sanitario que atenderá al religioso en este hospital estará provisto de equipos de protección y ha sido entrenado para su uso correcto, como sucedió en su día en el tratamiento que se siguió con el sacerdote Miguel Pajares y la monja Juliana Bonoha.
En el Carlos III Pajares fue tratado con Zmapp, el suero experimental norteamericano que ha salvado la vida a dos ciudadanos de aquel país pero que no surtió efecto en el caso del sacerdote español.
3 comentarios
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Lo estamos haciendo mal. No deberíamos sacar la enfermedad de donde se sabe que esta el foco. La ayuda la deben mandar los gobiernos directamente a los países mas afectados, en vez de estar enviando tanto avioncito y ejércitos a bombardear los terroristas islámicos.
No lo entiendo, que envíen la vacuna ahí, igualmente se acabarán muriendo aquí y lo que cuesta todo esto, seguro que si fuera un voluntario cualquiera no religioso no harían todo este trajín.
Me gustaria que trataran a todo el mundo igual..........hay mucha gente necesitada en este Pais.......