Su primera audiencia con el Papa, a quien habían saludado ya el domingo al final de la ceremonia de canonización de Juan XXIII y Juan Pablo II, tuvo una duración extraordinaria, de 53 minutos, y se desarrolló en español y a solas, indicaron fuentes oficiales.
Don Juan Carlos y doña Sofía le entregaron al pontífice argentino dos volúmenes con la obra mística de San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús.
En la cubierta de los libros, en piel blanca, figuraba impreso el escudo papal y en las guardas, en papel azul real, aparecía el escudo de armas del rey.
Los Reyes y el Papa hablaron además de la situación internacional y del conflicto en Ucrania.
Los Reyes y el Papa hablaron de la posibilidad de que el pontífice visite España en 2015, cuando se celebra el quinto centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús, aunque no hubo una invitación formal puesto que esta ya se la hicieron a Francisco los obispos españoles en su reciente visita «ad limina».
Por su parte el Papa les regaló un bronce que representa la basílica y la plaza de San pedro y su exhortación apostólica «Evangelii Gaudium».
La reunión con el Papa se celebró en un estudio del pontífice adyacente al Aula Pablo VI y fue precedida de un encuentro de los reyes con el secretario de Estado vaticano, el cardenal Pietro Parolin, a la que asistió también el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo.
El Rey iba vestido con un traje y corbata negros y la Reina llevaba un vestido de color marfil con una chaqueta abotonada del mismo tono y no portaba velo ni mantilla.
Los Reyes habían sido recibidos a su llegada al Vaticano por un piquete de honor de la Guardia Suiza en el Piazzale del Fungo, adonde salió a darles la bienvenida el arzobispo Georg Gänswein, prefecto de la casa pontificia.
Tras la audiencia privada, los Reyes presentaron al Papa a la delegación oficial, de la que formaban parte el ministro de Asuntos Exteriores, el jefe de la Casa del Rey, Rafael Spottorno, y el embajador español ante la Santa Sede, Eduardo Gutiérrez Sáenz de Buruaga, entre otros.
Durante la reunión con el Papa y la presentación de la delegación y la entrega de los regalos el ambiente estuvo dominado por las sonrisas, y la reina doña Sofía se inclinó para besar el anillo papal.
3 comentarios
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los + inutiles ,monarquia y religion
Basta ya de tonterias por Roma. Aqui solo hay dos cosas importantes: corrupcion y paro. O al reves paro y corrupcion.
Recordaban cuando Urdangarín era joven y tenía posibilidades. El rey debería retirarse a castell De Alfons...