El ministro García-Margallo subraya «la magnífica colaboración» existente con Marruecos en materia de inmigración. | Morell

Las autoridades españolas han devuelto a Marruecos a los siete inmigrantes subsaharianos que llegaron la noche del pasado lunes en una pequeña embarcación a una de las islas Chafarinas, con el objetivo de evitar que se abra una nueva vía de entrada a través del archipiélago y otros islotes. Así lo ha querido dejar claro la Delegación del Gobierno en Melilla, que ha mantenido un cierto mutismo sobre este asunto durante día y medio, y únicamente ha confirmado la llegada de los inmigrantes a la isla del Congreso y posteriormente anunciado la devolución de todos ellos, vía comunicado.

La devolución a Marruecos se ha producido en el mismo día en que los ministros de Exteriores de siete países de la UE se han reunido en Alicante para elaborar una declaración conjunta en materia de inmigración. El ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha subrayado «la magnífica colaboración» existente con Marruecos en materia de flujos migratorios.

Legal

La Delegación del Gobierno ha defendido que el procedimiento por el que se ha llevado a cabo la entrega a autoridades marroquíes de los siete subsaharianos ha cumplido «escrupulosamente la legalidad vigente», algo que distintas entidades y ONG cuestionan.

De acuerdo con esta normativa, varios agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional, acompañados de un abogado, un intérprete y de la secretaria general de la Delegación del Gobierno se trasladaron ayer a Chafarinas para garantizar la legalidad del procedimiento.

Por este mismo motivo, en el mismo helicóptero que los traía de vuelta del archipiélago viajaron también cuatro de los siete subsaharianos, que habían advertido de que eran menores, un argumento que han descartado las pruebas forenses a las que han sido sometidos y se les ha expulsado por «forzar su entrada en España».