El rey Juan Carlos saluda a su salida del Hospital Universitario Quirón de Madrid. | Carlos Montes de Oca

El Rey ha dado hoy una nueva muestra de su buen humor al salir del hospital donde se ha sometido a su última operación de cadera y cuando los periodistas le han preguntado cómo se encontraba ha ironizado al decir «muy mal, muy mal» saludando con la mano desde el asiento de su coche.

Veinticinco minutos después de haber recibido el alta, don Juan Carlos ha abandonado el Hospital Universitario Quirón en un vehículo todoterreno, sentado en el asiento del copiloto y con la ventanilla bajada para poder saludar a los numerosos periodistas que aguardaban su partida del centro sanitario donde ingresó el jueves pasado.

Primero les ha dicho, mientras el automóvil avanzaba despacio, que esperaba que no hubieran pasado mucho frío, y cuando le han preguntado cómo se encontraba les ha señalado «todo muy bien, fenomenal», para finalmente, ante más preguntas similares, ironizar con su «muy mal, muy mal».

Sumaban varias decenas los fotógrafos, camarógrafos y redactores apostados en una larga hilera a las puertas del garaje del centro sanitario, de donde ha salido a las 12:25 horas el todoterreno oscuro donde el Monarca se ha trasladado al Palacio de la Zarzuela.

Con buen color y sonriente, el jefe del Estado no ha parado de saludar con la mano según avanzaba su vehículo en una trayectoria paralela a la fila de informadores, que se afanaban por grabar sus primeras palabras tras recibir el alta hospitalaria.

Apenas veinticinco minutos antes, la gerente del centro sanitario, Lucía Alonso, leía el cuarto y último parte médico sobre la situación del Rey, donde se confirmaba que podía dejar el hospital tras haber completado «de forma muy satisfactoria» el postoperatorio y haber conseguido «autonomía suficiente para los movimientos cotidianos».

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Intervención

Don Juan Carlos fue intervenido el pasado jueves por el cirujano Miguel Cabanela, ayudado por su colaborador en la Clínica Mayo de Minnesota, Robert Trousdale, para colocarle una prótesis definitiva en la cadera izquierda.

Ambos le habían operado anteriormente el 24 de septiembre, en el mismo hospital madrileño, para retirarle una prótesis infectada y sustituirla por una provisional que ahora ha sido reemplazada por una permanente, una vez desaparecida por completo la infección.

De hecho, el parte de hoy señalaba que los últimos resultados de las biopsias y cultivos microbiológicos «confirman la desaparición del proceso infeccioso de la cadera».

En las próximas semanas el jefe del Estado «continuará con el tratamiento, las revisiones postoperatorias y el programa de recuperación previsto en régimen ambulatorio», concluye el informe firmado por Cabanela y por el jefe del Servicio Médico de la Casa del Rey, Miguel Fernández Tapia-Ruano.

La recuperación del Monarca se prolongará todavía unos tres meses y posiblemente esté en condiciones de empezar a caminar sin muletas ni bastón en la próxima primavera.