El Rey ha abandonado antes de mediodía la Unidad de Cuidados Intensivos y ha comenzado a recuperarse satisfactoriamente de la operación de cadera a que se sometió anoche en el Hospital Quirón Madrid, acompañado por la Reina, los príncipes de Asturias y las infantas Elena y Cristina.
Por la tarde ya se encontraba sentado en la habitación, según ha explicado la Reina tras pasar junto a él casi ocho horas en el centro sanitario, aunque no había empezado a caminar por la habitación, tal como confirmaba doña Sofía al precisar, con una sonrisa: «Todo a su paso».
El cirujano, Miguel Cabanela, había sugerido la conveniencia de que empezase a caminar ayer por la tarde con andador o con dos muletas si tenía «humor para levantarse», si bien, en todo caso, el primer parte médico destacaba que don Juan Carlos presentaba a mediodía una evolución «altamente satisfactoria» y se encontraba «estable, cómodo y con muy buen estado de ánimo».
La Reina ha pasado gran parte del día junto a don Juan Carlos, ya que llegó al centro sanitario poco después de que la gerente del hospital, Lucía Alonso, leyera el parte médico y no abandonó el Quirón hasta cerca de las 19.45 horas.
Durante su estancia en el hospital han pasado por el centro los príncipes de Asturias -que han permanecido una hora- y, después de la salida de don Felipe y doña Letizia, primero la infanta Cristina y más tarde la infanta Elena, acompañada por su hijo Felipe Juan Froilán.
Se da la circunstancia de que el hijo de doña Elena, el nieto mayor de los Reyes, estuvo ingresado en abril del año pasado en el Quirón Madrid por una herida en el pie tras disparársele accidentalmente una escopeta de pequeño calibre, hospitalización que coincidió con la recuperación del Rey en el Hospital San José tras su operación de la cadera derecha, fracturada en Botsuana.
2 comentarios
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Todos igualitos. Yo pago de mis impuestos que este señor, aparte de mantenerlo a el y a toda su parentela, se opere en una clínica privada. Mientras, mi madre lleva meses en lista de espera para que la operen en un hospital publico, y con una pensión por viudedad patética.
Aquí los que seguimos sin recuperación de ningún modo, y con las necesidades básicas secuestradas y chantajeadas somos los ciudadanos. - Fuera la monarquía, adelante la legítima República.