El Partido Popular ha ganado las elecciones generales con una mayoría absoluta abrumadora, superando el techo electoral conseguido en el año 2000 por José María Aznar con 183 escaños en 2000. Mariano Rajoy contará con un apoyo parlamentario amplísimo para su futuro Gobierno (que se formará en torno al 20 de diciembre), con 186 escaños (44,55% de los votos) de los 350 que forman el Congreso de los Diputados. La mayoría absoluta son 176 y la victoria puede ser la segunda más grande de la democracia, tras los 202 diputados del PSOE de 1982.

El PSOE ha sufrido un descalabro sin precedentes, al quedarse en 110 escaños (28,65% de los votos). Se trata del peor resultado del partido en unas elecciones generales desde los 118 de 1977, con lo que Alfredo Pérez Rubalcaba habría obtenido un apoyo incluso inferior que el de Joaquín Almunia en el 2000: los 125 escaños. Los en torno a 60 diputados perdidos podrían haber ido a parar tanto a los populares (unos 30) como a IU, otros grupos minoritarios y la abstención.
Rajoy ha reconocido que afronta la «más delicada coyuntura de los últimos 30 años» y ha prometido «anteponer el interés general» y procurar que «por ninguna circunstancia nadie se sienta excluido del proyecto común».

Escalada
El PP ha conseguido una escalada histórica desde las elecciones del 2008, en las que logró 154 diputados (39,94% de los votos), frente a los 148 del 2004. En cambio, el PSOE, desgastado por la situación económica y la gestión de la crisis por parte del Gobierno, ha experimentado un batacazo sin precedentes, al caer desde los 169 escaños (43,87% de los votos) de los anteriores comicios (164 en el 2004). Los datos de Interior confirman las distintas encuestas de las últimas semanas, que daban una mayoría de entre 198 y 184 diputados a los populares, frente a los entre 126 y 112 de los socialistas.

En cuanto al resto de fuerzas políticas, CiU se confirma como el tercer grupo parlamentario en la Cámara con entre 16 diputados, frente a los 10 logrados en los anteriores comicios. El PP confiaba en que CiU lograse un buen resultado porque quiere contar con este grupo aunque tenga mayoría absoluta. CiU supera en votos al PSC de Carme Chacón, que sufre un duro revés de cara a sus posibles aspiraciones dentro del PSOE.
Amaiur
La entrada más significativa en la Congreso es la de la izquierda abertzale a través de Amaiur, que logra siete diputados y podrá contar con grupo propio, lo que le dará un espacio importante en la Cámara y torcer el plan de Rajoy de que la legislatura fuese eminentemente económica. Parte de sus apoyos pueden haber llegado desde el PNV, que con cinco diputados habría sufrido un retroceso frente al 2008 (seis escaños en aquellas elecciones) pero podrá mantener su grupo parlamentario, que según las encuestas y sondeos podría haber perdido.

El PSOE, de hecho, pierde sus dos graneros de votos tradicionales. En Catalunya, CiU gana y sobrepasa al PSOE (se queda con 14 escaños, frente a los 25 del 2008). El PP ha avanzado, pero menos de lo que esperaba (de ocho a 11), mientras que ICV, coaligada con IU, avanza de uno a tres. En Andalucía (donde dentro de tres meses hay elecciones autonómicas), el PP rompe el liderazgo histórico de los socialistas y alcanza los 33 diputados, frente a los 25 de las anteriores elecciones. Por contra, el PSOE cae de 36 a 25, mientras que IU logra dos, con lo que vuelve a tener representación.

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Celebración

El próximo presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, destacó tras ganar las elecciones que en la situación que atraviesa España, «la más delicada en 30 años», no cabe esperar «milagros», pero se comprometió a gobernar para todos porque sólo juntos y unidos la crisis quedará olvidada.

El líder del PP expresó su deseo de que el traspaso de poderes se haga de forma «modélica» y anunció su primera actuación: reunirse con todas las comunidades autónomas para coordinar un plan contra la grave coyuntura económica.
Rajoy pronunció estas palabras en una comparecencia ante los medios de comunicación en la sala de prensa de la sede del PP, cuando se había escrutado más del 80 por ciento y las urnas otorgaban a su partido unos 186 escaños.

El líder del PP compartió la «legítima satisfacción» por haber triunfado en los comicios, pero su intervención, anterior a la que ofreció desde el balcón de las oficinas del PP a las miles de personas congregadas en la calle, se centró en la responsabilidad que tiene por delante.


Darlo todo con todos
«Sé muy bien lo que nos toca, para nadie es un secreto que vamos a gobernar en la más delicada coyuntura que haya tenido España en 30 años, pero desde esta hora digo a todos los españoles que en el compromiso con ellos no sólo no vamos darlo todo, sino que vamos a darlo con todos», proclamó el líder de los populares.
El próximo presidente remarcó «la enorme responsabilidad» que recibe «ante uno de esos cruces de caminos que determinará el futuro del país, no ya en los próximos años, sino en las próximas décadas», y señaló que es en instantes como los actuales cuando debe salir a relucir «el temple de los hombres y de los pueblos».
Así mismo, aseguró que procurará devolver a los españoles el orgullo perdido, subrayó que España será decisiva en Europa, en Bruselas y en Francfort, y actuará desde la lealtad y la exigencia. «Seremos el más cumplidor, el más vigilado, dejaremos de ser un problema para volver a ser parte de la solución», concluyó.