Miguel Àngel Fernández Ordóñez y Jean-Claude Trichet, ayer. | Juanjo Guillen

El Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de España coincidieron ayer en que hay que seguir con las reformas en el sector financiero para afianzar el crecimiento económico, mientras las cajas avisaron que las entidades españolas puede que no sean capaces de digerir la ingente agenda regulatoria.

El presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, fue tajante ayer al asegurar que «las democracias y los ciudadanos» no estarían preparados para pagar, por segunda vez, los costes de una crisis económica y destinar el 27% del PIB europeo para rescatar a la banca.

Trichet, que participó junto con el gobernador del Banco de España, Miguel Àngel Fernández Ordoñez, en el III Encuentro sobre la reforma del sistema financiero organizado por Expansión y la consultora KPMG, aseguró que es «obligatorio» que las autoridades y el sector privado continúen implantando medidas en el sistema financiero «con determinación inflexible».

El objetivo, indicó, es reforzar el sistema bancario, eliminar la «excesiva fragilidad que ha presentado durante la crisis» y consolidar el crecimiento de la economía mundial, ya que las «crisis financieras imponen costes muy altos en la sociedad».

Regulación

En este sentido, se mostró «absolutamente» en contra de aquellos que abogan por un mercado menos regulado y agradeció a los bancos centrales y a los gobiernos la toma de medidas que «han evitado una gran depresión».

En la misma línea, Fernández Ordóñez abogó por continuar con las reformas necesarias en España para crear empleo y reducir «las ingentes cifras de parados», ya que aseguró que esto es necesario para que se recupere lo antes posible «la demanda solvente de crédito».