Rubalcaba pasa revista a las tropas en la base de apoyo avanzado de Herat, al mando del coronel Martorell. | Efe

El vicepresidente primero del Gobierno y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró ayer en Afganistán que hay un calendario orientativo para ir traspasando competencias a las autoridades del país asiático, pero que hay objetivos que son «irrenunciables».

«El calendario es orientativo, pero los objetivos no, y los objetivos los vamos a cumplir porque no podemos permitirnos que una vez que nos vayamos de Afganistán vuelva a ser un país que exporte odio y terror; por eso tenemos que acabar la tarea para la que venimos», afirmó Rubalcaba al dirigirse a las tropas en su 'visita relámpago' de unas siete horas, primero a la base de Herat y después a la de Qala-i-Naw.

En este último punto, en la nueva base de Ruy González de Clavijo, el vicepresidente recordó las palabras del Zapatero de que «no hemos venido para quedarnos».

Otro país

Rubalcaba quiso dejar claro que «tenemos que acabar la tarea para la que venimos» y que se están poniendo las bases para que ésta «sea estable», de ahí que las tropas españolas estén haciendo un esfuerzo para formar a la policía afgana y estén construyendo hospitales, como el provincial, al que visitó, o se estén levantando escuelas. Se está preparando Afganistán para que cuando nos vayamos, dijo Rubalcaba, «nunca vuelva a ser como era».

El responsable de las fuerzas de seguridad ensalzó el trabajo de los militares, comprometidos por la libertad y los derechos humanos en la misión, dijo, «más importante y difícil», a seis mil kilómetros de España, pero que nos afecta porque «la seguridad de Afganistán también es la nuestra».


92 víctimas españolas

En su discurso ante el contingente en Qala-i-Naw, Rubalcaba, acompañado por el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho; el director general de la Policía y la Guardia Civil, Francisco Javier Velázquez, y el jefe del Estado Mayor de la Defensa, general José Julio Rodríguez, tuvo palabras de reconocimiento para las 92 víctimas que se ha cobrado la misión desde 2002, a las que homenajeó en un acto en la explanada de la base.

En su encuentro con el gobernador de la provincia de Badghis, Delban Jan Arman, Rubalcaba le pidió que «apriete» en la investigación de los asesinatos de los dos guardias civiles y su traductor.

Por su parte, el vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, dijo ayer que Rubalcaba ha ido a Afganistán «como si fuera el nuevo presidente del Gobierno» y que su trabajo consiste en «dar la sensación de que los demás no trabajan».

«Rubalcaba es una especie de perro del hortelano del Gobierno: ni termina de trabajar ni deja que trabajen los demás. Ni llega a todo ni permite que los demás lleguen bien a lo suyo», afirmó.