El Tesoro público español aprovechó ayer la renovada confianza de la que goza España en los mercados de deuda y colocó con holgura 5.515 millones de euros en letras a 12 y 18 meses, en una subasta en la que rebajó la rentabilidad respecto a la anterior operación de estas características celebrada en julio.


Según los datos de mercado, en la subasta celebrada ayer, el interés marginal se rebajó en 35 puntos básicos en el caso de las letras a un año y en 25 para las de año y medio.


De este modo, el interés de las letras a un año se situó en el 1,899% frente al 2,25% de la anterior operación, en tanto que el interés de las letras a dieciocho meses también se ha reducido hasta el 2,15% desde el 2,40% de la subasta precedente.


El importe que el Tesoro esperaba colocar se situaba entre 4.500 y 5.500 millones de euros, por lo que la demanda, que ha sido de 15.269 millones -de los que finalmente se han adjudicado 5.515- ha superado -multiplica por tres- ampliamente las expectativas del Tesoro.


Antecedentes


Ya en la anterior subasta de esta denominación, celebrada el pasado 20 de julio, el Tesoro logró colocar cerca de 6.000 millones de euros -frente a una demanda de más de 12.000- a pesar de que ofreció una rentabilidad menor (del 2,249% y 2,4%, respectivamente) que en la precedente.


Interés
En junio el Tesoro tuvo que elevar la rentabilidad, como venía haciendo desde abril, hasta el 2,450%, el interés más elevado desde noviembre de 2008, mientras que en las letras a 18 meses subió hasta el 2,9%.
También desde el punto de vista de la demanda la subasta de letras a un año y año medio de junio fue algo menos exitosa que las dos posteriores, ya que entonces se adjudicaron 5.168,20 millones de los 9.730,21 millones.


Tras la rebaja que la agencia de medición de riesgos Fitch aplicara a finales de mayo a la deuda española el Tesoro español se encontró con dificultades crecientes para colocar sus emisiones, con lo que los intereses marginales se dispararon.


El punto de inflexión se produjo en la segunda quincena de julio, a partir de la publicación de los test de resistencia a los que se sometieron las entidades financieras españolas. A partir de entonces los mercados recuperaron la confianza en la deuda pública española y en su capacidad para salir de la crisis.
El pasado 6 de agosto el Tesoro se decidió a aprovechar el incremento de demanda de deuda española y convocó una subasta extraordinaria de obligaciones a 10 años para el 16 de septiembre.


En la última semana, los diferenciales entre los bonos españoles y los alemanes de referencia a 10 años habían subido hasta rondar los 190 puntos básicos (pb), por nuevos temores a una desaceleración de la economía global que tendría peores consecuencias sobre los países más rezagados del euro. Tras el anuncio de la subasta de letras, el diferencial español-alemán a 10 años bajó hasta los 182 pb frente a los 187 pb de primera hora.