El Tribunal Supremo ha admitido la petición de Francisco Correa, presunto cabecilla de la trama 'Gürtel', de personarse como acusación particular en la querella admitida a trámite contra el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón por intervenir las conversaciones mantenidas por él y otros imputados en la red corrupta con sus abogados en el centro donde cumplen prisión preventiva.
Esta acción penal contra el magistrado se suma a las otras dos que están en tramitación en el Supremo. Una de ellas, por investigar las desapariciones del franquismo; la otra, por sus cobros en la Universidad de Nueva York durante el año en el que permaneció en EEUU durante un permiso de estudios.
En el auto de admisión a trámite de esta tercera querella, la Sala destaca como «extremos significativos» el hecho de que la jurisprudencia del Tribunal Constitucional limite las intervenciones de las comunicaciones de presos con abogado a los supuestos de terrorismo. También critica que el auto de Garzón ordenando las escuchas se refiriera a la «totalidad indiscriminada» de abogados del caso.
Irregularidades
El abogado que representa al imputado en la trama 'Gürtel' José Luis Ulibarri destaca en su querella determinadas actuaciones de Garzón, a su juicio irregulares durante la investigación del 'caso Gürtel', del que el magistrado de la Audiencia Nacional se inhibió el pasado 5 de marzo en favor del Supremo (en el caso de dos aforados nacionales) y los tribunales superiores de Justicia de Madrid y Valencia.
El abogado comienza señalando que en este caso se incumplieron las normas de reparto de la Audiencia Nacional, pues las diligencias fiscales que originaron el 'Caso Gürtel' fueron remitidas directamente a Garzón alegando su conexión con el 'caso BBVA'.