El 30 de diciembre, un gran objeto metálico cayó en la aldea de Mukuku, en el condado de Makueni, al sur de Kenia. Según la Agencia Espacial de Kenia (KSA), se trata de una rueda metálica de unos 2,5 metros de diámetro y 500 kilos de peso, probablemente parte de un cohete. Los testigos afirman que el objeto descendió "al rojo vivo".

Aunque la KSA sospecha que es un fragmento de un vehículo de lanzamiento, Jonathan McDowell, del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian, no está convencido. "No hay evidencia clara de calentamiento de reentrada", señaló, sugiriendo que podría ser de un avión.

Por otro lado, Darren McKnight, experto en desechos espaciales, indicó que algunos fragmentos espaciales sobreviven a la reentrada gracias a un recubrimiento especial que se quema en el proceso.

El caso sigue en investigación mientras se analizan posibles conexiones con un cohete Atlas Centaur lanzado en 2004, aunque los datos apuntan a una reentrada en Rusia.