Las acciones de Pekín «quebrantan la Convención de las Naciones Unidas sobre el Mar», aseguró Yu. Horas antes, el Ministerio ya había condenado las maniobras chinas en un comunicado en el que añadía que son «un intento de amenazar los principales puertos y áreas metropolitanas de la isla». El Ejército chino, por medio de la agencia de información china Xinhua, publicó los planes de los ejercicios militares pocos minutos después de que la presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, aterrizase en Taipéi el martes por la noche.
Las maniobras, que comenzarán este jueves, comprenderán prácticas con fuego real e incluirán el cierre del espacio marítimo y aéreo en las zonas donde se efectúen. Según un mapa facilitado por Xinhua, una de las áreas en las que se llevarán a cabo las prácticas está a unos 20 kilómetros de la costa de Kaohsiung, la principal ciudad del sur de Taiwán. La cartera de Defensa taiwanesa describió los ejercicios como un «esfuerzo unilateral para socavar la paz y la estabilidad regionales», al tiempo que advertía de que «no ayudarán a la imagen internacional de China».
Las fuerzas taiwanesas «responderán a cualquier acción», declaró el Ministerio. Pelosi, tercera autoridad de EE.UU. y segunda en la línea de sucesión a la Casa Blanca, visitó esta mañana el Parlamento taiwanés y posteriormente se reunió con la presidenta de la isla, Tsai Ing-wen, quien le impuso una condecoración por su «apoyo» al territorio. El viaje ha indignado a Pekín, que lo calificó de «traición deplorable» y al que ha respondido con las citadas maniobras militares y con sanciones económicas contra la isla. China reclama la soberanía de la isla y considera a Taiwán una provincia rebelde desde que los nacionalistas del Kuomintang se replegaron allí en 1949, tras perder la guerra civil contra los comunistas.
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