Los partes de guerra deben tomarse con precaución. En primer lugar, el Estado Mayor del Ejército ruso ha anunciado que sus Fuerzas Armadas bloquearon Kiev y Chernígov, en el norte de Ucrania; Járkov, en el este; Sumy, en el noreste, y Mykoláiv, en el sur, según el coronel general Serguéi Rudskói. El Ministerio de Defensa afirmó que la región de Jersón, en el sur, y la mayor parte de la región de Zaporiyia, en el sureste, están bajo pleno control de las Fuerzas Armadas rusas. «Las Fuerzas Armadas rusas lanzaron ofensivas en varias direcciones. Como resultado, las tropas rusas han bloqueado Kiev, Járkov, Chernígov, Sumy y Mykoláiv. La región de Jersón y la mayor parte de la región de Zaporiyia están bajo control total», indicó Rudskói en un extenso parte militar en el que se desliza un ligero cambio de orientación destinado a reforzar la presencia del ejército ruso en las regiones en conflicto desde 2014.
La versión varía notablemente en el bando ucraniano. En concreto, fuentes del ministerio de Defensa del Reino Unido han informado que las tropas ucranianas han recuperado ciudades y posiciones a 35 kilómetros al este de Kiev, la capital ucraniana. Por su parte, las fuerzas armadas ucranianas han asegurado que han acabado con la vida de otro general ruso en la región de Jersón.
Olexei Arestóvich, asesor del jefe de gabinete del presidente Volodímir Zelenski, informó a la prensa en la capital ucraniana de que en la jornada de este pasado jueves las fuerzas armadas ucranianas abatieron al comandante de la armada rusa número 49, Yakov Vladimírovich Rezántsev. Según el asesor, citado por la agencia ucraniana Ukrinform, el teniente general murió en un aeropuerto en Chronobayivka, en la región de Jersón, el mismo lugar donde hace una semana el ejército ucraniano mató al teniente general Andréi Mordvíchev. Por otro lado, el gobernador de Sebastopol informó de la muerte del comandante de brigada de la Flota rusa del mar Negro Alexéi Sharov durante los combates en torno a la ciudad sitiada de Mariúpol, en el sur de Ucrania.
Sin embargo, según el primer vicejefe del Estado Mayor ruso «la liberación de la ciudad de Mariúpol continúa». Las tropas rusas infligen daños a las infraestructuras militares, el equipo y el personal de las Fuerzas Armadas de Ucrania en el territorio de las ciudades bloqueadas para inmovilizar a las unidades ucranianas y evitar que refuercen sus unidades en el Donbás «hasta la completa liberación de los territorios» de Donetsk y Lugansk por parte del Ejército ruso, según el coronel general. Rudskói aseguró que las fuerzas ucranianas en el Donbás han sufrido unas 16.000 bajas entre soldados fallecidos y heridos, lo que cifró en un 26 % de la fuerza original de hombres que luchan desde el pasado 24 de febrero en la región separatista prorrusa.
El coronel general dijo que había 59.300 soldados ucranianos en Donetsk y Lugansk y que «más de 7.000 han fallecido en combate». De acuerdo con el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas rusas, los soldados de las autoproclamadas repúblicas de Lugansk han «liberado el 93 % del territorio», en tanto que los de la vecina Donetsk se «han hecho con el control del 54 %». Las milicias populares prorrusas controlan más de 270 localidades en las áreas de operaciones del Ejército ucraniano, dijo Rudskói.
Voluntarios internacionales
El líder militar ruso ha dado más señas del anuncio que en su día realizó Vladímir Putin sobre combatientes de Oriente Medio dispuestos a desplazarse hasta la zona de conflicto para luchar por su causa. En este sentido, Rudskói ha afirmado que más de 23.000 extranjeros de 37 estados expresaron su disposición a luchar del lado de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk, «pero las repúblicas dijeron que defenderían su tierra por sí mismas».
A su vez el coronel general manifestó que en Ucrania hay 6.595 de «mercenarios y terroristas» de 62 países. «No están sujetos a las reglas de la guerra y serán aniquilados sin piedad», afirmó Rudskói, quien agrega que «en los últimos siete días, ni un solo mercenario extranjero ha llegado a Ucrania» y que, por el contrario, en una semana 285 militantes huyeron al territorio de Polonia, Hungría y Rumanía.
Los daños sobre la Fuerza Aérea, la defensa aérea y las fuerzas navales de Ucrania serían irreversibles pues sus efectivos «han sido prácticamente destruidos». «Las fuerzas navales del país han dejado de existir», sostuvo, y afirmó que Ucrania está siendo «desmilitarizada» con ataques de alta precisión contra infraestructuras militares, lugares de despliegue de unidades del Ejército, aeródromos, centros de control, arsenales y depósitos de armas. Además sostuvo que al menos diez minas ucranianas han roto amarras en los accesos a los puertos de Odesa, Ochakov, Chernomorsk y Yuzhny y están a la deriva en el mar Negro, «creando una amenaza real para los buques de guerra y civiles». Ucrania habría plantado más de 400 minas ancladas «obsoletas» según Defensa.
Muertes rusas en Ucrania
Sobre otro tema que ha suscitado polémica en las últimas horas, el Estado Mayor del Ejército ruso ha admitido este viernes la muerte de 1.351 militares en la «operación militar especial» que inició hace un mes en Ucrania. La nueva cifra es casi tres veces mayor a la que ofreció el Ministerio de Defensa el pasado 2 de marzo, que ascendía a 498 caídos en combate. Mientras, los muertos en el bando ucraniano superan los 14.000, según dijo el jefe de Operaciones del Estado Mayor ruso, Serguéi Rudskói. Por contra, las estimaciones ucranianas apuntan haber causado más de 16.000 bajas en la fuerza militar ocupante.
«Durante el mes de acciones militares, sus bajas (entre muertos y heridos) superan las 30.000 personas», agregó siguiendo su línea el representante del ejército ruso. De ellos, más de 7.000 fallecieron en combates en el Donbás. Rusia, a su vez, acumula 3.825 heridos. Además ha explicado que desde finales de febrero han llegado a Ucrania cerca de 6.500 mercenarios extranjeros de un total de 62 países del mundo. «Las reglas de la guerra se les aplicarán igualmente», aseveró Rudskói quien prometió que las fuerzas rusas continuarán «eliminando» a los mercenarios. En los últimos días Rusia informó de ataques contra varias bases ucranianas donde se hallaban mercenarios extranjeros, lo que, según Moscú, contribuyó a disminución de sus llegadas. Algunos voluntarios españoles han sido entrevistados por medios desplazados al lugar de conflicto tras haber sido atacados estos puntos de reclutamiento foráneo.
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