El representante de las milicias, Eduard Basurin, había asegurado que estos corredores se abrirán «este domingo por la mañana» siempre y cuando las fuerzas ucranianas que resisten en estas ciudades «den a sus subordinados la orden de desbloquear las salidas para que la población civil pueda abandonar el lugar», en declaraciones recogidas por Interfax. A la espera de saber si esta evacuación se aplica también a Volnovaja, el Ayuntamiento de Mariúpol ya ha avanzado en su canal de Telegram que la ruta de evacuación humanitaria será prácticamente la misma que la anunciada el sábado: terminará al oeste, en Zaporiyia, tras recorrer Nikolskoye, Pologi y Orejov a lo largo de unos 200 kilómetros de trayecto.
El primer intento de evacuación de ambas ciudades tuvo lugar el sábado y acabó en absoluto fracaso después de que Rusia y Ucrania se acusaron mutuamente de incumplir el alto el fuego temporal en vigor en torno a estas dos localidades, donde viven aproximadamente unas 425.000 personas en condiciones deplorables, según las ONG. El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que tenía previsto desplegarse en las rutas de evacuación para garantizar la seguridad de los civiles, ha explicado durante las últimas horas en un comunicado que «sigue en contacto con las partes para facilitar las salidas» en medio de una situación «descorazonadora». «Cualquier iniciativa que dé a los civiles un respiro de tanta violencia será bienvenida», ha declarado el CICR, quien ha pedido además que los corredores humanitarios destinados a trasladar a la población fuera de peligro «estén bien planificados» y de acuerdo con las partes en conflicto. Ahora mismo, menos de un centenar de personas han podido abandonar Mariúpol desde el inicio de las conversaciones de evacuación, según las estimaciones de las fuerzas de Donetsk, mucho menos que las decenas de miles de personas previstas para ayer, cuando iba a comenzar la evacuación.
El primer intento acabó fracasando entre acusaciones mutuas de incumplimiento de alto el fuego. El teniente de alcalde de la localidad, Sergei Orlov, aseguró que fuerzas rusas seguían bombardeando la ciudad y usando artillería. «Es una locura. No hay alto el fuego en Mariúpol y no hay alto el fuego a lo largo de la ruta designada», ha hecho saber en declaraciones recogidas por BBC. Por contra, las milicias de Donetsk responsabilizaron de estas nuevas hostilidades a grupos de extrema derecha ucranianos. «Los nacionalistas se han negado a proporcionar un corredor humanitario a los residentes de Mariupol, y además se han negado a marcharse a territorio seguro», lamentaron en un comunicado recogido por TASS. Mariúpol es una ciudad portuaria de carácter estratégico, en la costa del mar de Azov, donde residen unas 450.000 personas. La captura de la localidad permitiría a Rusia conectar a sus fuerzas en el este del país con las destacadas en la península de Crimea. Por su parte, Volnovaja está situada cerca de la antigua línea de frente de Ucrania con los separatistas respaldados por Rusia, la llamada línea de contacto, a unos 60 kilómetros de Donetsk. Allí viven unas 20.000 personas.
Por su parte, el Ministerio de Defensa de Rusia anunció el reinicio de la ofensiva contra las ciudades de Mariupol y Volnovaja, donde en las últimas horas ha fracasado un esfuerzo para evacuar a los más de 400.000 civiles que viven en ambas poblaciones del sur del país.
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