Con los nuevos datos, el balance de la pandemia en territorio germano asciende a 1.379.238 personas contagiadas y 23.427 decesos. En cuanto a las recuperaciones, la cifra asciende a 1.025.000 personas curadas, incluidas 21.700 que han recibido el alta en las últimas 24 horas.
Las regiones alemanas más afectadas por la pandemia son Renania del Norte-Westfalia (326.681 casos y 4.630 fallecidos), Baviera (267.838 contagiados y 5.163 muertos) y Baden-Wurtemberg (193.712 positivos y 3.628 víctimas mortales). En Berlín el balance se eleva a 80.936 personas contagiadas y 899 decesos.
En este contexto, el ministro de Sanidad de Alemania, Jens Spahn, señaló este martes que la Unión Europea podría llegar a dar su autorización a la vacuna contra el coronavirus desarrollada por Pfizer y BioNTech el próximo 23 de diciembre. "Son buenas noticias para la Unión Europea", indicó, antes de señalar que confía en poder iniciar la campaña de vacunación antes de final de año.
Por su parte, la canciller de Alemania, Angela Merkel, lamentó la falta de disciplina que están teniendo algunos ciudadanos alemanes en relación con las medidas para evitar la propagación del nuevo coronavirus, un comportamiento que definió como "devastador".
En un foro online con estudiantes, Merkel afirmó que algunas personas se confían por el hecho de que el virus suponga principalmente una amenaza para las personas de más edad. "Pero realmente marca la diferencia de si mis padres mueren a los 80 o a los 90 años", advirtió, según informa DPA. "Las segundas olas de la pandemias son a menudo las más peligrosas", aseguró la jefa del Gobierno alemán, antes de hacer un llamamiento a la población para que se tome en serio la situación.
Alemania tiene previsto cerrar desde este miércoles todas las tiendas salvo las que prestan servicios esenciales en el marco de un segundo confinamiento que se prolongará hasta el 10 de enero como mínimo. El nuevo cierre incluye importantes restricciones también para las escuelas y guarderías.
El confinamiento parcial anterior decretado por las autoridades alemanas a principios de noviembre, que supuso el cierre de bares, restaurantes y locales de ocio mientras seguían abiertos los colegios y las guarderías, no consiguió frenar el aumento de contagios en el país.
Una encuesta realizada por la Fundación Hans Boeckler ha puesto de manifiesto que cerca del 40 por ciento de los ciudadanos germanos creen que la pandemia ha tenido un impacto negativo en sus finanzas. En junio, el porcentaje de alemanes que tenían esa percepción se situaba en el 32 por ciento. El estudio demoscópico, difundido este lunes, muestra discrepancias entre los ciudadanos de bajos y altos ingresos.
Entre los que ganan hasta 1.500 euros al mes, uno de cada dos ciudadanos sostiene que ha sufrido un impacto negativo en sus finanzas por la pandemia. Entre los que perciben más de 2.000 euros por mes, solo uno de cada tres tiene la misma percepción.
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