Una enfermera, junto a varios recién nacidos en un hotel de Kiev. | Reuters

Las imágenes de medio centenar de bebés concebidos mediante gestación subrogada «varados» en un hotel de Kiev han dado la vuelta al mundo durante las últimas horas. Recién nacidos a la espera de que sus padres, extranjeros, puedan ir a recogerlos, un procedimiento paralizado por las medidas impuestas en todo el mundo para tratar de frenar la propagación de la COVID-19.

Los bebés han nacido clínica ucraniana BioTexCom, una de las decenas de agencias ucranianas que ofrecen sus servicios de gestación subrogada con paquetes que oscilan entre los 40.000 y los 60.000 euros, incluyendo gastos médicos, de alojamiento, servicios de traducción y asistencia legal.

Ahora, estas imágenes y la imposibilidad de llegar a los bebés vuelven a abrir el debate sobre el limbo de los vientres de alquiler en algunos países.

La Embajada de España en Ucrania «no se responsabiliza»

La Embajada de España en Ucrania «no se responsabiliza» de los bebés nacidos por gestación subrogada que se encuentran en un hotel de Kiev durante la pandemia del coronavirus. Según ha denunciado la Coalición Internacional para la abolición de la maternidad subrogada, muchos de estos menores se han quedado «varados» y «abandonados» en la capital ucraniana por la crisis sanitaria.

«Las Autoridades españolas no pueden hacerse responsables de las promesas y afirmaciones hechas por agencias privadas que realizan fuera de España una actividad no amparada por la Ley española. La Sección Consular de la Embajada de España en Kiev, dentro del marco legal vigente, no asumirá responsabilidad alguna derivada de un negocio jurídico nulo de pleno derecho que desaconseja realizar», ha señalado la Embajada de España en Ucrania en su cuenta oficial de Twitter.

«La Embajada de España en Ucrania viene desaconsejando la gestación subrogada en Ucrania desde 2016 por no tener cabida en el ordenamiento jurídico español», escribió la Embajada en un mensaje publicado en la red social. La gestación subrogada es una práctica que no está permitida en España, pero sí en Ucrania, adonde familias españoles acuden para poder tener hijos.

Estos menores concebidos por gestación subrogada en Ucrania se encuentran allí «solos», sin una familia que se hagan cargo de ellos, tal y como llevan días denunciando varias familias de españoles que han recurrido a esta práctica y que, ante la pandemia del COVID-19, no pueden viajar al país para recoger a los bebés.

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En este contexto, los padres españoles de estos bebés nacidos por gestación subrogada han pedido poder viajar allí a pesar del cierre de fronteras derivado de la crisis sanitaria. Desde la Asociación de familias Por Gestación Subrogada en Georgia y Ucrania (Apingu) han solicitado «la protección urgente e igualitaria de estos niños, como si de forma natural se hubieran concebido».

«Necesitan urgentemente que sus padres podamos acceder a ellos conforme a nuestro mayor deber y deseo, para cogerles en brazos, sacarles de allí, y proporcionarles su hogar», argumentaron desde la asociación.

Por su parte, la Coalición Internacional para la abolición de la maternidad subrogada, formada por varias entidades de distintos países como la española 'Red Estatal contra el alquiler de vientres', ha dirigido una carta al presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, pidiendo que investigue a las clínicas que ofrecen servicios de subrogación en el país.

En esta línea, ha solicitado que se tomen de forma inmediata medidas para garantizar la seguridad de estos recién nacidos, entre otras; al tiempo que ha reclamado que se tomen todas las medidas necesarias para devolver estos niños a las madres que los han gestado, a familias de acogida o para la adopción. Al mismo tiempo, pide que no se concedan autorizaciones especiales en el marco de la pandemia para que los futuros padres puedan viajar al país.

Tras la publicación del vídeo en redes sociales que muestra a 46 niños en el hotel de Kiev, la Embajada Española en Ucrania también se ha hecho eco de las recientes declaraciones del Defensora del Pueblo para los Derechos Humanos, Lyudmila Denisova, en las que ha afirmado que el país está en el «centro del escándalo de la maternidad subrogada».

Hasta 1.000 niños «atrapados»

Denisova ha llamado a enmendar la legislación para que sólo los ucranianos utilicen los servicios de la gestación subrogada, según ha recordado la institución en la red social. Asimismo, la defensora avisó de que hasta finales de la cuarentena en Ucrania pueden quedar atrapados hasta mil niños nacidos por madres gestantes para extranjeros, entre ellos, españoles.

La Embajada de España en Ucrania también reprodujo en su cuenta de Twitter las palabras del Defensor del Pueblo para los Derechos del Niño, Mykola Kuleba, en contra de la gestación subrogada comercial y «suministro» de niños desde Ucrania al Extranjero.

El defensor ha declarado que Ucrania se ha convertido en una «tienda on-line» para la venta de bebés y el «servicio en Ucrania contribuye a la venta incontrolada de niños ucranianos al extranjero», tal y como ha incidido la Embajada en Twitter. Según él, la situación con los bebés en el hotel Venecia «demuestra la privación de derechos de los niños nacidos por madres gestantes».

Así, según el Defensor del Pueblo para los Derechos del Niño, la gestación subrogada es explotación de mujeres con el objetivo de obtener beneficios para negocios privados y satisfacer las necesidades de adultos, pero esto viola los derechos del niño porque el menor se convierte en un objeto y se posiciona como mercancía.