El primer ministro de Australia, Scott Morrison, ha anunciado la movilización de 3.000 reservistas por vez primera en la historia del país para asistir en las tareas de extinción y evacuación de los más de 130 incendios que han arrasado ya más de cinco millones de hectáreas de las regiones del sureste desde el pasado mes de septiembre y causado la muerte de 22 personas.
La movilización ha comenzado en un día que se prevé especialmente difícil para los bomberos por el nuevo frente cálido y las altas temperaturas, que podrían llegar hasta los 45º en las próximas horas en los incendios de Tumbarumba y Tumut Batlow, en la frontera entre los estados de Nueva Gales del Sur y Victoria.
«Quiero dejar claro que vamos a incrementar este despliegue en las próximas horas», ha añadido Morrison antes de anunciar un gasto adicional de 12 millones de euros para alquilar otros cuatro hidroaviones.
El despliegue de los reservistas actuará «a tiempo completo para proporcionar atención de emergencia médica y civil», según la ministra de Defensa australiana Linda Reynolds, en declaraciones recogidas por el 'Sydney Morning Herald'.
Los últimos dos fallecidos han sido confirmados en Kangaroo Island, la tercera más grande de Australia, y al menos 21 personas permanecen desaparecidas en la localidad de East Gippsland, en el estado de Victoria, según el último balance dado a conocer por el jefe de Policía Graham Ashton.
Victoria se encuentra ahora bajo «estado de desastre» por vez primera en su historia, mientras que Nueva Gales del Sur lleva una semana bajo estado de Emergencia, una situación que se ha repetido hasta en tres ocasiones desde el incio del grueso de los incendios en septiembre.
Las altas temperaturas de la zona podrían provocar la unión de algunos los 130 focos de incendios actualmente activos en todo el país, medio centenar de los cuales está descontrolados. Particularmente grave es el de Green Wattle Creek, a solo 80 kilómetros de Sídney, y que podría alcanzar el extrarradio oeste de la ciudad en las próximas horas.
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