«Es cierto, dentro de la Iglesia ha habido clérigos que han hecho esto. En algunas civilizaciones de manera más fuerte que en otras. Ha habido sacerdotes y también obispos que han hecho esto. Y yo creo que todavía se hace: no es que se acaba cuando te das cuenta. La cosa sigue adelante así. Y desde hace tiempo estamos trabajando en esto. Hemos suspendido a algunos clérigos, expulsados, y también (no sé si ya se acabó el proceso) deshecho alguna congregación religiosa femenina que estaba muy relacionada con este fenómeno», ha señalado el Pontífice.
Un periodista ha recordado al Santo Padre el artículo publicado por la revista femenina de L'Osservatore Romano en la que se denunciaba el abuso sexual que han sufrido mujeres consagradas en la Iglesia por parte de sacerdotes. Así, le ha preguntado si es posible pensar que la Santa Sede puede hacer algo para afrontar también este problema con un documento o líneas guía.
«Es cierto, es un problema. El maltrato de las mujeres es un problema. Yo osaría decir que la humanidad todavía no ha madurado: la mujer es considerada de segunda clase», ha contestado el Papa.
Además, ha señalado que se trata de «un problema cultural» que «llega incluso a los feminicidios». El Papa ha dicho que se trata de «una corrupción».
CONGREGACIÓN CLAUSURADA POR BENEDICTO XVI
«¿Hay que hacer algo más? Sí. ¿Tenemos la voluntad? Sí. Pero es un camino que viene de lejos. El Papa Benedicto tuvo la valentía de clausurar una congregación femenina que tenía cierto nivel, porque había entrado en esta esclavitud, incluso sexual, por parte de clérigos o por parte del fundador. A veces el fundador les quita la libertad a las monjas, puede llegar a esto. Quisiera subrayar que Benedicto XVI tuvo la valentía para hacer muchas cosas en relación con este tema», ha manifestado.
«Hay una anécdota: él tenía todos los documentos sobre una organización religiosa que dentro tenía corrupción sexual y económica. Él trataba de hablar de ello, pero había filtros, no podía llegar. Al final, el Papa, deseando ver la verdad, hizo una reunión y Joseph Ratzinger se fue de allí con el sobre y todos los documentos. Cuando regresó, le dijo a su secretario: «ponla en el archivo, ganó el otro equipo», ha relatado.
«No debemos escandalizarnos por esto, son pasos de un proceso. Pero cuando se convirtió en Papa, lo primero que hizo fue: «Tráeme esto del archivo». El folklore lo presenta como débil, pero no tiene nada de débil. Es un hombre bueno, un pedazo de pan es más malo que él, pero es un hombre fuerte», ha comentado.
«Sobre este problema: rece para que podamos seguir adelante. Yo quiero seguir adelante. Hay casos. Estamos trabajando», ha concluido finalmente.
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