Los hechos ocurrían al filo de las 18.00 (hora venezolana) en la Avenida Bolívar de Caracas, donde Maduro, acompañado por su mujer, Cilia Flores, y sus ministros, daba un discurso transmitido en directo por radio y televisión desde una tarima a una audiencia de cientos de militares con motivo del 81º aniversario de la creación de la Guardia Nacional Bolivariana.
Dos pequeñas explosiones sorprenden a Maduro en pleno discurso. El mandatario bolivariano guarda silencio y mira al cielo, mientras la guardia presidencial procede a evacuar el palco de autoridades. Los uniformados, que estaban en formación militar, rompen filas y huyen despavoridos. Siete efectivos resultan heridos en esta estampida humana.
La señal en directo se corta y el presidente venezolano no aparece hasta tres horas después desde el Palacio de Miraflores, sede del Gobierno, para confirmar que tanto él como las demás autoridades que habían acudido al acto militar se encuentran bien.
«Mi primera reacción fue de observación, de serenidad, porque tengo confianza plena en el pueblo y en la Fuerza Armada. A mí me protege Dios, pero en la tierra me protegen el pueblo y la Fuerza Armada», declara. Según su relato, en un principio atribuyen la explosión a un «fallo pirotécnico», pero una segunda explosión detrás del palco presidencial pone en marcha el protocolo de seguridad.
Un "atentado"
«Se trata de un atentado. Han intentado asesinarme el día de hoy», asegura Maduro. En esta primera intervención, señala ya a los culpables, afirmando que se trata de un ataque organizado por la «ultraderecha venezolana» con el apoyo del Gobierno de Juan Manuel Santos en Colombia y de agentes en Estados Unidos.
«No tengo duda de que todo apunta a la ultraderecha venezolana, en alianza con la ultraderecha colombiana, y que el nombre de Juan Manuel Santos está detrás de este atentado», así como «financistas que residen en Florida», sostiene Maduro. «Espero que el Gobierno de Trump esté dispuesto a combatir estos grupos terroristas», añade.
El suceso ha tenido lugar un día después de que Santos, que abandonará el cargo el próximo martes, declarara que veía «cerca» el final del Gobierno de Maduro. Durante los ocho años que ha ocupado la Casa de Nariño, ha pasado de reconstruir las relaciones bilaterales, hasta el punto de que Venezuela jugó un papel clave en el diálogo de paz con las FARC, a denunciar la ruptura del orden constitucional en el país vecino.
Santos, al que Maduro ha acusado otras veces de conspirar en su contra, se ha limitado a contestar con un 'tweet'. «Hace ocho años acordamos con Chávez y Maduro que fuera la Historia la que juzgara cuál sistema económico era mejor. Inflación en Colombia (en los últimos) 12 meses: 3,12 por ciento. Inflación en Venezuela (en los últimos) 12 meses: un millón por ciento. El veredicto es claro», ha escrito.
El Ministerio de Exteriores de Colombia ha emitido un comunicado en el que «rechaza enfáticamente» estas acusaciones que, según ha reprochado, ya son «costumbre». «Resultan absurdos y carecen de todo fundamento los señalamientos de que el mandatario colombiano sería el responsable del supuesto atentado en contra del presidente venezolano (...) Exigimos respeto», ha exigido.
El propio Maduro ha anunciado desde Miraflores que el Ministerio Público ha iniciado la investigación de este supuesto atentado y que ya se han producido las primeras detenciones: «Han sido capturados parte de los autores materiales (del ataque) contra mi vida y se encuentran ya procesados».
Maduro se ha declarado más decidido a luchar por la Revolución Bolivariana y se ha mostrado seguro de contar con el respaldo del pueblo venezolano. «Si algún día me hicieran algo, la derecha tendría que verse las caras con millones de humildes, de obreros y campesinos, de soldados en las calles haciendo justicia por su propias manos», ha dicho.
Soldados de franelas
Un grupo denominado Movimiento Nacional Soldados de Franelas, que estaría integrado por militares descontentos con el Gobierno de Maduro, ha emitido un comunicado en el que ha reivindicado la autoría del ataque contra el presidente venezolano.
Primero, ha explicado en Twitter que la 'Operación Fénix' consistía en «sobrevolar dos 'drones' cargados con C4 el palco presidencial», pero «francotiradores de la Guardia de Honor derribaron los 'drones' antes de llegar al objetivo». «Demostramos que son vulnerables. No se logró hoy, pero es cuestión de tiempo», han afirmado en la red social.
Poco después, la periodista venezolana Patricia Poleo ha leído en su canal de YouTube, Factores de Poder, un comunicado que, según ha comentado, le ha hecho llegar Soldados de Franelas para explicar cuáles son las razones del ataque y los pasos a seguir a continuación.
Los firmantes, que hablan en nombre de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), han acusado a Maduro y sus fieles de violar la Constitución y han defendido que «es contrario al honor militar mantener en el Gobierno a quienes no solo se han olvidado de la Constitución, sino que han hecho de la función pública una manera obscena de enriquecerse y envilecerse». Por eso, han indicado, «la FANB (...) ha decidido restablecer la efectiva vigencia» de la Carta Magna.
«Si la finalidad de un Gobierno es la suma de la mayor felicidad posible, no podemos tolerar que «la población sufra hambre», que «los enfermos no tengan medicamentos», que «se irrespete la voluntad popular», que «la moneda no tenga valor» y que «millones de venezolanos se hayan visto obligados a abandonar el país», han denunciado.
Soldados de Franelas ha pedido a los venezolanos que salgan a las calles «para la toma y consolidación del poder hasta la conformación de una junta de transición». Una vez derrocado Maduro, han avanzado, habría «elecciones verdaderas» en el plazo «más corto posible» para garantizar «la vuelta a la paz, a la prosperidad y al progreso».
Una "excusa"
El comunicado emitido por Soldados de Franelas confirmaría la versión del Gobierno de que se trata de un atentado ejecutado por militares descontentos. Según Foro Penal, una ONG local que hace seguimiento de la situación de los presos venezolanos, en mayo había unos 70 militares presos por motivos políticos.
Sin embargo, el Frente Amplio Venezuela Libre, que aglutina a los sectores de oposición, ha cuestionado que sea un verdadero ataque. «Aún está por verse si realmente fue un atentado, un accidente fortuito o alguna de las otras versiones que circulan por redes sociales», ha subrayado.
Así, ha llamado la atención sobre el hecho de que Maduro «rápidamente calificó el hecho como un atentado y acusó de forma genérica, irresponsable y sin prueba alguna a la oposición venezolana», cuando «lo responsable sería esperar a que se realicen las investigaciones pertinentes».
En su opinión, el Gobierno pretende «aprovechar este suceso para intentar quitar el foco de la atención pública nacional e internacional sobre la crisis social y económica, criminalizar a quienes legítima y democráticamente se le oponen, profundizar la represión y la violación sistemática del Estado de Derecho».
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