Por el momento sólo los periodistas podrán tener acceso a estos archivos, auténticos según el Instituto, aunque todavía no han sido validados por expertos independientes.
Mientras, continúa en Polonia el debate público sobre el pasado de Walesa, un héroe en el país centroeuropeo que ve ahora cómo su reputación se tambalea y se cuestiona su legado.
Walesa ha negado en repetidas ocasiones su colaboración con los servicios secretos comunistas (SB), y en los últimos días ha denunciado que los documentos hechos públicos ahora buscan simplemente «manchar su nombre».
Sí reconoció años atrás haber firmado bajo presión un documento para la policía secreta en el que se comprometía a informar al SB sobre sus compañeros, aunque afirmó que jamás llegó a hacerlo.
Los documentos, que habían estado en poder durante décadas del último ministro del Interior comunista, Czeslaw Kiszczak, se han hecho públicos pocos meses después de la victoria electoral en octubre pasado del partido nacionalista Ley y Justicia, dirigido por el veterano enemigo político de Walesa, Jaroslaw Kaczynski.
Ley y Justicia es un partido que plantea la necesidad de exponer a la opinión pública las identidades de quienes colaboraron con el comunismo.
Algunos historiadores, como Piotr Gontarczyk y Slawomir Cenckiewicz, ya habían sostenido años atrás que Walesa, líder del legendario sindicato Solidaridad y presidente de Polonia tras la caída del comunismo, fue espía de la policía del régimen.
Según estos expertos, Walesa cesó su colaboración con el SB varios años antes de la huelga de los astilleros de Gdansk de agosto de 1980, cuando nació el sindicato Solidaridad.
1 comentario
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En aquella época todos eran espías comunistas, y podemos alabar a Walesa. Aqui tenemos lo mismo pero peor, sumisos al mas repugnante catalanismo en la enseñanza y a podemos en los ayuntamientos, esos que derriban monumentos y sobre todo la economía y futuro.