Diecisiete personas han fallecido, cinco están desaparecidas y 671.000 han tenido que ser evacuadas en el sureste de China debido al tifón Soudelor, el más potente del año en el planeta, que el fin de semana también causó siete muertos, 400 heridos y cinco desaparecidos en la vecina Taiwán.
Según la agencia oficial china Xinhua, la zona más afectada por las lluvias torrenciales han sido los alrededores de la ciudad de Wenzhou, en la provincia costera suroriental de Zhejiang, donde un corrimiento de tierras causó doce muertos y cuatro desaparecidos en zonas rurales cercanas a la localidad.
Los otros dos decesos se registraron en la cercana localidad de Lishui, mientras que se calcula que el tifón ha afectado a más de dos millones y medio de personas en Zhejiang y las vecinas provincias de Fujian y Anhui, las que más han sufrido las consecuencias de este fenómeno meteorológico.
De momento no se ha informado dónde fallecieron las otras tres víctimas.
Más tres millones de personas y 110.000 hectáreas de cultivos resultaron afectados, mientras 1.500 viviendas han quedado derrumbadas en las tres provincias por inundaciones o corrimientos de tierra, causando unas pérdidas que se valoran ya en más de 1.400 millones de dólares, según cifras provisionales.
En algunas zonas de Zhejiang se registraron el fin de semana precipitaciones de hasta 700 milímetros por metro cuadrado, las mayores contabilizadas en esas áreas en 120 años, y en varias localidades el nivel del agua en las calles se elevó hasta cuatro metros.
«La lluvia cayó sin parar el sábado y al día siguiente, cuando nos despertamos, el automóvil aparcado fuera de nuestra casa estaba casi sumergido, nunca pensamos que la lluvia iba a ser tan fuerte», señaló en declaraciones a Xinhua un vecino de una de las localidades más afectadas, Pingyang, en las afueras de Wenzhou.
En la cercana Fujian, provincia vecina a la isla de Taiwán, el Soudelor obligó al cierre de tres aeropuertos provinciales, lo que afectó a 530 vuelos y dejó en tierra a miles de viajeros, mientras que unos tres millones de personas quedaron el sábado sin abastecimiento eléctrico, aunque éste fue restaurado el domingo.
El Soudelor, que según las previsiones meteorológicas será el tifón más potente este año en todo el mundo, llegó a las costas de Taiwán el viernes y a las de la vecina China el sábado, llevando fuertes vientos e intensas lluvias.
Las autoridades chinas iniciaron el domingo el dispositivo de emergencia de nivel 4 (el más bajo en la escala nacional), que implica el envío de ayuda económica y materiales de emergencia a las zonas más afectadas.
Sólo en Wenzhou se movilizaron 50.000 efectivos de equipos de rescate para atender a las poblaciones afectadas, mientras las autoridades mantienen los niveles de alerta por corrimientos de tierra e inundaciones.
Entre los fallecidos en la vecina isla de Taiwán durante el fin de semana hubo una niña de 8 años y su madre, que fueron arrastradas por el fuerte oleaje cuando jugaban en una playa de la zona de Yilan, en el este de la isla taiwanesa.
Los fuertes vientos y lluvias provocaron en la isla la caída de numerosos árboles, semáforos y postes eléctricos, hecho este último que dejó sin luz a alrededor de 3,27 millones de familias, el mayor número de afectados por este tipo de desastres meteorológicos en la historia de Taiwán.
El tifón forzó el cierre de escuelas, oficinas y centros comerciales, así como la cancelación de los servicios ferroviarios y de todos los aeropuertos, aunque en la isla el tifón se ha degradado en tormenta tropical y las zonas afectadas van recobrando poco a poco la normalidad.
El tifón atravesó las Islas Marianas del Norte hace una semana, causando grandes daños materiales, aunque no se reportaron víctimas mortales en esas islas del Pacífico.
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Los comercios chinos y sus escaleras mecánicas van camino de causar más muertos aún. Ni punto de comparación, oye.