El «gaokao», como se conocen en China las pruebas de acceso a la universidad, es un periodo de exámenes que cada año afrontan alrededor de nueve millones de adolescentes chinos y que determina si entran o no en la educación superior y en qué centro.
La exigencia de estas pruebas es máxima, puesto que cerca de una cuarta parte de los examinados no logra acceder a la universidad, por lo que Luoyang ha recurrido a los drones para reforzar sus medidas de seguridad y tratar de impedir que los alumnos reciban ayudas externas.
Las autoridades locales pusieron a prueba el pasado viernes este sistema «anticopiones» con aviones no tripulados para asegurarse, antes de que empiece el «gaokao», de que es capaz de avisar de la presencia de estudiantes que hacen trampas, según el portal de noticias china.org.
Estos drones incorporan detectores de ondas de radio emitidas por dispositivos electrónicos -prohibidos en las zonas de examen- que permiten localizar su origen y avisar a un panel de control de dónde se encuentra el infractor.
En años anteriores, las autoridades chinas han requisado transmisores y otros artefactos con los que los examinados intentaban copiar ocultos en ropa, gafas, bolígrafos o incluso dentro de las orejas.
China queda paralizada cada año en las fechas en las que se celebra el «gaokao», ya que se corta el tráfico en múltiples ciudades del país y en urbes como Pekín se despliegan dispositivos antiterroristas, para que nada interfiera en los exámenes.
2 comentarios
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uno no se puede concentrar en un examen con ese artilugio volando y haciendo ruido
Los maestros de copiar a los demás no quieren que dentro de su país copien. Mejor darles unas camisetas con la foto del tanque de Tianammem.