Poco antes de este anuncio Pegida ("Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente") había informado a través de su página en Facebook de la suspensión de la manifestación de mañana «por motivos de seguridad», tras recibir uno de sus líderes amenazas de muerte yihadistas.
En un comunicado, la dirección de la Policía de Dresde explica que, a partir de informaciones recibidas desde las fuerzas de seguridad federales y estatales, ha habido un llamamiento a posibles terroristas para que se mezclen entre los manifestantes y atenten contra un miembro de la dirección de Pegida.
Las autoridades conectan esa información con un mensaje detectado en la red social Twitter que, en árabe, tacha a Pegida de «enemigo del islam».
Por ese motivo, añade, desde esta medianoche y hasta la medianoche de mañana prohíbe «todas las concentraciones públicas al aire libre» en la ciudad.
Según explica en el comunicado el director de la policía, Dieter Kroll, ya no se puede hablar de un riesgo abstracto, sino de un «peligro concreto» para una persona y un acto determinado: la manifestación de mañana.
Diversos medios apuntaron que las amenazas de muerte de origen islamista están dirigidas contra Luzt Bachmann, líder de Pegida y figura polémica que cuenta con historial delictivo.
Pegida explicó en Facebook que se ha visto «forzada» a suspender el acto para evitar «daños colaterales» a los participantes en la marcha y tras hablar con los responsables de las fuerzas de seguridad de la ciudad y del estado de Sajonia.
Con las mismas palabras a las que recurrió la policía, los responsables de Pegida subrayaron que la «amenaza abstracta» que el Ministerio del Interior ha reconocido que pesa sobre Alemania se ha convertido en una «amenaza de muerte concreta» contra uno de sus líderes.
«Su ejecución ha sido ordenada por los terroristas del Estado Islámico», añadieron sin citar el nombre.
Según el diario «Bild», el pasado viernes se detectó la orden de atentar contra Bachmann, y de hacerlo durante la manifestación.
La de mañana iba a ser la decimotercera marcha de Pegida en Dresde, donde el lunes pasado, tras los atentados yihadistas de París, llegó a sacar a la calle a 25.000 personas y batió un nuevo récord en las manifestaciones que organiza cada semana en la capital sajona.
Pegida reconoce que el hecho de que fuerzas terroristas sean capaces de impedir el ejercicio de un derecho constitucional supone un «grave daño» para la libertad de expresión, pero recalca que ha optado por dar prioridad a la seguridad.
Ante la cancelación, pide «a todos los europeos que están a favor de la libertad de expresión y contra los fanatismos religiosos» que coloquen en sus ventanas una bandera nacional y una vela.
Además de la marcha de Pegida, en Dresde se esperaba para este lunes una contramanifestación de grupos antifascistas, mientras que en otras ciudades del país están programadas concentraciones contra el racismo y la xenofobia.
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