Castro agradeció el apoyo del Vaticano y del papa Francisco, al «mejoramiento» de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, y al Gobierno de Canadá por haber facilitado un diálogo de «alto nivel», que los dos países han mantenido allí durante varios meses de forma secreta.
«Resultado de un diálogo al más alto nivel, que incluyó una conversación telefónica que sostuve ayer con el Presidente Barack Obama, se ha podido avanzar en la solución de algunos temas de interés para ambas naciones», señaló Castro en una intervención en la televisión estatal cubana vestido de militar.
Fruto de estas conversaciones, los dos países acordaron la liberación, producida hoy, del contratista estadounidense Alan Gross, preso por subversión en Cuba desde hace cinco años; así como de los tres agentes cubanos del grupo de «Los Cinco» que permanecían encarcelados en Estados Unidos.
En canje por estos tres presos, Cuba excarceló hoy y envió a Estados Unidos «a un espía de origen cubano que estuvo al servicio de esa nación», indicó.
El mandatario cubano aclaró que, aunque se ha decidido avanzar en la normalización de las relaciones entre los dos países, «esto no quiere decir que lo principal se haya resuelto» y exigió el fin del «bloqueo económico, comercial y financiero que provoca enormes daños humanos y económicos».
«Aunque las medidas del bloqueo han sido convertidas en Ley, el Presidente de los Estados Unidos puede modificar su aplicación en uso de sus facultades ejecutivas», recordó Castro.
El presidente cubano admitió que persisten profundas diferencias entre los dos países, «fundamentalmente en materia de soberanía nacional, democracia, derechos humanos y política exterior», pero reafirmó la «voluntad» del Gobierno de Cuba a dialogar sobre todos esos temas.
«Proponemos al Gobierno de los Estados Unidos adoptar medidas mutuas para mejorar el clima bilateral y avanzar hacia la normalización de los vínculos entre nuestros países, basados en los principios del Derecho Internacional y la Carta de las Naciones Unidas», indicó Castro.
En este nuevo ambiente de diálogo, Castro exhortó a EEUU a «remover los obstáculos que impiden o restringen los vínculos entre nuestros pueblos», en particular los relativos a los viajes, el correo postal directo y las telecomunicaciones.
«Los progresos alcanzados en los intercambios sostenidos demuestran que es posible encontrar solución a muchos problemas. Como hemos repetido, debemos aprender el arte de convivir, de forma civilizada, con nuestras diferencias», aseveró.
Los casos de Gross y de «Los Cinco» se han convertido en una de las principales barreras para el deshielo de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, que no tienen lazos diplomáticos desde 1961.
Sin embargo, la liberación de Gross se produce en un momento en el que hay un ambiente favorable para un acercamiento a la isla en algunos círculos de Washington, postura defendida también por el influyente diario «The New York Times», que desde octubre ha publicado ocho editoriales al respecto.
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