Pérez, que falleció este sábado, será inhumado este martes en el cementerio de Montséret, una localidad meridional de Francia donde residía.
Heimrich, con quien Pérez compartió los diez últimos años de su vida, comentó que el combatiente republicano español y militar antinazi francés volvió muy raramente a España tras la Guerra Civil y nunca a Portillo de Toledo, donde había nacido, «porque tenía miedo de sufrir represalias».
Ya muerto Franco e instaurada la democracia, «lo más lejos que llegó fue a Barcelona», para visitar varias veces a la Amical de Mauthausen «y, una vez a Madrid, hace cinco años, para ir a casa de sus sobrinos», añadió.
«Bautizado» con el número 5042 en Mauthausen, donde fue miembro del Comité de Resistencia organizado por los españoles, muchos de ellos capturados, como él, en las obras de fortificación de la Línea Maginot, Esteban Pérez fue condecorado en enero por el presidente François Hollande con la medalla al Mérito Militar.
Hasta el sábado, era el más anciano superviviente de los 57.000 refugiados republicanos que participaron en esa muralla que supuestamente debía proteger a Francia de la invasión nazi.
Había llegado allí tras participar, a los 26 años, en el servicio de vigilancia, investigación y seguridad de Madrid, donde vivía cuando se produjo el levantamiento contra el Gobierno de la República española.
Campos de concentración
Herido durante la Guerra Civil cuando era miembro de la 15ª Brigada Internacional y hospitalizado en Marsella, no se libró luego de los campos de concentración de Barcarés, Saint Cyprien y Argelers, para, finalmente, integrar la compañía de extranjeros del Ejército francés que trabajarían en la Línea Maginot.
Los nazis lo capturaron en Dunkerque, lo trasladaron primero a un «stalag» (campo alemán de prisioneros) y más tarde a Mauthausen, donde trabajó en una fábrica de tuberías y después en la construcción de carreteras y escondites donde los nazis querían fabricar el combustible para los cohetes V1 y V2.
Al término de la II Guerra Mundial, liberado del campo de concentración nazi, Esteban Pérez se recuperó de esa última tragedia en un centro sanitario de Créteil, junto a París.
Sin dejar nunca de ser comunista, partido al que seguía pagando su cotización, trabajó como soldador de Renault durante 20 años y tuvo dos hijos, Esteban y Denis, con su primera esposa, de la que enviudó hace 13 años.
Esteban Pérez falleció tras pasar tres días en coma, consecuencia de los efectos de la anestesia que le fue suministrada cuando el pasado 26 de octubre se cayó y se rompió el fémur, justo un mes antes del que iba a ser su 104 cumpleaños, lamentó su compañera.
Descendiente también de españoles, Thérèse, a quien conoció en un club local de la tercera edad, recordó igualmente que siempre se mantuvo en relación con los Guerrilleros Españoles de Carcassonne, «aunque ya no quedaba allí nadie de su edad».
4 comentarios
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Este señor si fue un MARTIR .Al leer la noticia he sentido un sentimiento de gratitud y afecto hacia él sin conocerlo.
DEP. Gracias a personas como él, el nazismo fue vencido en Europa.
Descansa en paz, te lo mereces.
http://es.wikipedia.org/wiki/XV_Brigada_Internacional Que la tierra te sea leve.