Ocho cardenales de cinco continentes ayudarán al Papa a reformar la Curia romana tras los últimos escándalos. | Efe

El papa Francisco comenzó ayer su esperada revolución con la creación de un grupo de ocho cardenales, procedentes de los cinco continentes, para estudiar cómo reformar la Curia romana tras los últimos escándalos.

La iniciativa del papa argentino surge tras las sugerencias realizadas durante las congregaciones generales precedentes al cónclave, según un comunicado de la oficina de prensa del Vaticano publicado ayer.

El Consejo ha sido constituido, añade la nota, «para aconsejarle en el Gobierno de la Iglesia universal y estudiar un proyecto de revisión de la Constitución Apostólica Pastor bonus», promulgada por Juan Pablo II en 1988 y que regula la composición y competencias de los distintos dicasterios y organismos que forman la Curia romana.

El grupo

El grupo estará formado por cardenales representantes de los cinco continentes comenzando por el presidente de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano, el italiano Giuseppe Bertello.

También figuran en el mismo el arzobispo emérito de Santiago de Chile, el cardenal Francisco Javier Errázuriz Ossa; el arzobispo de Bombay, Oswald Gracias; el arzobispo de Munich, Reinhard Marx, y el arzobispo de Kinshasa, Laurent Monsengwo Pasinya.

La lista se completa con el arzobispo de Boston, Sean Patrick O'Malley, uno de los cardenales más comprometidos en la lucha contra los curas pederastas, así como el arzobispo de Sydney, George Pell, y el de Tegucigalpa, Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, que tendrá la función de coordinador. El obispo de Albano, Marcello Semeraro, será el secretario.