Túnez prepara un nuevo Gobierno de transición, integrado por personalidades reconocidas y gestores, para acallar las protestas populares, que no cesan de pedir en las calles que los ministros del anterior régimen salgan del poder, informaron ayer fuentes próximas a las negociaciones. El presidente interino del país, Fuad Mebaza, mantiene contactos con varias figuras de la época del primer jefe de Estado del Túnez independiente, Habib Burguiba, para sumarlas a ese nuevo Ejecutivo, del que saldría el actual primer ministro, Mohamed Ghanuchi, y el resto de dirigentes del presidente depuesto, Zine el Abidine Ben Alí.

Mebaza, cuya salida de la presidencia no se cuestiona al obedecer a un imperativo constitucional tras el vacío de poder dejado por Ben Alí en su huida, negocia asimismo con representantes de los sectores sociales y políticos del país la creación de un Consejo Constitucional, que se encargaría de elaborar una nueva Carta Magna.
Uno de los nombres que se barajan para sustituir a Ghanuchi es el de Ahmed Mesteri, ministro durante el régimen de Burguiba.

Mientras, la presión popular perece forzar actuaciones gubernamentales. Así, el ex ministro de Interior y actual presidente del Senado, Abdalá Kalel, y Abelaziz Bendhia, antiguo responsable de Defensa y principal consejero del presidente depuesto Ben Alí, fueron detenidos. Asimismo, el presidente de la televisión privada Hannibal TV (Aníbal TV), Larbi Nasra, y su hijo fueron arrestados. La citada cadena era pro Ben Alí.

Presión

Entretanto, la presión para que las figuras del poder anterior salgan del Gobierno volvió ayer a las calles de Túnez, donde cerca de un millar de manifestantes procedentes del interior del país se sumaron a las protestas en la capital.