El presidente de Ecuador, Rafael Correa, ayer en el Palacio de Gobierno de Quito. | Efe
Quito02/10/10 0:00
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, ratificó a los cancilleres de la Unasur, que lo visitaron en Quito para expresarle su apoyo, que fue un intento de golpe de Estado la rebelión de policías ocurrida el jueves y que, tras el fracaso de esa estrategia, el «plan B» era matarle y «provocar una guerra civil». El mandatario, que vivió el momento más difícil en sus más de tres años y medio en el poder, revivió ayer ante los medios de comunicación y los cancilleres suramericanos el cautiverio al que fue sometido durante la sublevación de policías insatisfechos por unos supuestos recortes a sus privilegios salariales.
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