La comisaria europea de Justicia, Viviane Reding, durante una comparecencia en Bruselas. | Efe

El Parlamento Europeo volvió a acoger ayer, en una audiencia en la comisión de Libertades Civiles, un debate sobre las expulsiones de gitanos rumanos y búlgaros en Francia, dos semanas después de que la Eurocámara criticara la medida francesa y tras los ataques mutuos sobre el asunto intercambiados entre París y Bruselas. La comisaria europea de Interior, Cecilia Malmström, y la de Justicia, Viviane Reding, intercambiaron impresiones sobre la integración de los 12 millones de romaníes que viven en la Unión Europea (UE) durante la audiencia en la comisión que preside el eurodiputado del PSOE Juan Fernando López Aguilar.

La Comisión adelantó que existen «sólidos indicios» de que Francia ha cometido una infracción del derecho comunitario con la expulsión de los gitanos, señaló en unas declaraciones López Aguilar. A la salida de la reunión de ayer, Reding se mostró cauta y se limitó a señalar que «continúan los trabajos» en referencia a la investigación que dirige para comprobar si Francia ha quebrantado la directiva europea de libre circulación, ya que la mayoría de los expulsados son ciudadanos comunitarios.

Principios

La comisaria de Justicia consideró asimismo que sale «reforzada» de la polémica con Francia por la política de expulsión de gitanos rumanos y búlgaros practicada por el Gobierno de Nicolas Sarkozy y advirtió de que seguirá hablando «alto y claro» cuando se trate de defender los valores europeos.

«¿Qué críticas?», respondió irónicamente Reding durante una multitudinaria rueda de prensa en Estrasburgo al ser preguntada si temía que las críticas lanzadas por Sarkozy podían afectar a su trabajo. La comisaria aprovechó además que el motivo de su comparecencia era presentar una estrategia para luchar contra la desigualdad de género para dejar claro que en los ataques recibidos había tintes machistas. «Si un hombre, en política, pega un puñetazo en la mesa, es un macho, se está defendiendo. Si una mujer pega un puñetazo, es una histérica. Por eso tenemos la cuestión de la igualdad de género hoy encima de la mesa», argumentó.