El papa Benedicto XVI saluda a los fieles durante la audiencia pública de los miércoles en la Plaza de San Pedro del Vaticano, donde el Pontífice se refirió a las tareas del sacerdote, que dijo son enseñar, santificar y gobernar,hoy, miércoles 14 de abril de 2010. El Gobierno francés consideró "inaceptable" que se relacione la pedofilia con la homosexualidad tal y como hizo este lunes el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone. | Giuseppe Giglia
El Vaticano salió ayer al paso de las polémicas declaraciones del cardenal Tarcisio Bertone en Chile, en las que relacionaba pedofilia y homosexualidad, al señalar que no considera de su competencia hacer afirmaciones generales de carácter psicológico o médico sobre estos asuntos.
El cardenal Bertone, secretario de Estado vaticano ('primer ministro' de la Santa Sede), descartó una relación entre la pedofilia y el celibato sacerdotal y aseguró que aquélla se relaciona más bien con la homosexualidad.
En un comunicado hecho público ayer, el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, dijo que las declaraciones de Bertone se referían a la problemática de los abusos por parte de sacerdotes en la Iglesia «y no en la población en general».
«Las autoridades eclesiásticas no consideran de su competencia hacer afirmaciones generales de carácter específicamente psicológico o médico, para las cuales se remiten naturalmente a los estudios de especialistas y a las investigaciones», afirmó Lombardi.
Desmarque
Con esas palabras, según los analistas, la Santa Sede «se distancia» de lo afirmado por su 'número dos'.
Lombardi añadió que los únicos datos de que disponen las autoridades eclesiásticas en el tema de los abusos sexuales de menores por parte de sacerdotes son los facilitados recientemente por el 'fiscal' de la Congregación para la Doctrina de la Fe, encargada de estos casos, Charles Scicluna.
Según los datos facilitados por Scicluna, recordó Lombardi, el diez por ciento de los casos eran de pedofilia «en sentido estricto» y el 90 por ciento «casos por definir, sobretodo de efebofilia, de los que el 60 por ciento se referían a individuos del mismo sexo y el 30 por ciento de carácter heterosexual».
«Evidentemente se refería (Bertone) a la problemática de los abusos de parte de sacerdotes y no en la población en general», aseguró Lombardi.
Las declaraciones de Bertone han desatado una fuerte polémica y puesto en pie de guerra a los colectivos de homosexuales.
2 comentarios
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sosteneya y no enmendaya.Estoy seguro que el celivato es el culpable de las desviaciones de los curas. Nadie puede pensar en su sano juicio que puede ser bueno pasarse una vida entera sin "mojar" El ejempo mas claro está en los protestantes donde no se conocen estos escándalos tan sonados.
Es sospechoso que a la curia romana le resulte más preocupante demostrar las diferencias entre la pedofilia y la homosexualidad (ambas por cierto muy conocidas por esta institución) y no se avergüencen de presentar ante el mundo su organización estrictamente política (recordemos que el Vaticano es un estado y su máximo representante el presidente) constituida por una jerarquía de tal calado que ha sido capaz de pisotear durante siglos los más elementales preceptos de humildad y sencillez que desprendió el cristianismo de Jesús de Nazareth. Esa excesiva obsesión mediática por el sexo hace sospechar que detrás de toda esta fachada de auto-defensa sexual, existe para la cúpula vaticana algo más importante que el debate público sobre este tema, como es el mantener la estructura y el status jerárquico (por cierto, impuesto desde hace siglos), con el fin de disimular la existencia en el mundo de la verdadera iglesia o sinagoga pobre del carpintero de Nazareth, aquella que nunca necesitó de jerarquías y que va cobrando fuerza entre la población más progresista del planeta. Los obreros y obreras que formamos la iglesia pobre en Mallorca esperamos que la jerarquía eclesiástica acabe esta comedia de una vez por todas y en una acto de perdón público, declare su total des-vinculación del carpintero y reconozca su equivocación devolviendo a los pobres del planeta aquello que le robó hace muchos siglos, el cristianismo sencillo de Jesús de Nazareth, que nada tiene que ver con organizaciones políticas basadas en la represión sexual de sus miembros y en una obsesiva defensa del poder terrenal.