El papa Benedicto XVI oficia la celebración de Viernes Santo ante cientos de personas. | Efe - Danilo Schiavella
Los ataques al papa Benedicto XVI y a la Iglesia Católica por la serie de escándalos de abuso sexual son comparables al más vergonzoso antisemitismo, dijo el predicador de la Casa Pontificia en un servicio de Viernes Santo en el Vaticano, al cual asistió el Pontífice. El padre Raniero Cantalamessa realizó el paralelo durante un servicio por la «Pasión del Señor» en la Basílica de San Pedro.
Las celebraciones de esta Semana Santa han sido empañadas por acusaciones a la Iglesia Católica en varios países por haber manejado mal o incluso haber encubierto episodios de abuso sexual a menores por parte de sacerdotes, algunos de ellos ocurridos décadas atrás. Ante la agitación por la crisis, el Vaticano ha acusado a los medios de un intento «innoble» de calumniar al máximo líder católico a como de lugar.
Cantalamessa, haciendo notar que este año la Pascua judía y la Pascua cristiana coincidieron en la misma semana, dijo que los judíos habían sido víctimas de la violencia colectiva a través de la historia y comparó su situación con los ataques actuales a la Iglesia por el escándalo.
Carta
Además leyó a la congregación una parte de una carta que recibió de un amigo judío, quien dijo que estaba «siguiendo con disgusto los ataques violentos y concéntricos en contra de la Iglesia, el Papa (...)». «El uso de estereotipos, el traspaso de la responsabilidad personal y la culpa a una culpa colectiva me recuerdan los aspectos más vergonzosos del antisemitismo», agregó citando la carta.
Aunque las revelaciones por casos de abuso sexual y supuestos encubrimientos han ocurrido casi diariamente durante las últimas semanas en Europa, el Vaticano ha dicho que la culpa de los individuos que cometieron los crímenes, a pesar de ser atroz, no puede ser traspasada al Pontífice o a la totalidad de la Iglesia.
3 comentarios
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En Mallorca no ha salido a la luz toda la verdad. ¿Qué se ha hecho de aquel franciscano que se ocupaba de la logística de la cocina de los frailes? (No cito el nombre, fue célebre, porque a lo mejor ya ha fallecido y respeto a todos los muertos.)Tampoco he dicho que desde la terraza de Cura, contemplando los pueblos que se divisan, desde este paraíso, te metía mano, a poco que te decuidaras. Y de aquel párroco de s'Arenal que se dedicaba a violar menores que le servían de monaguillo. He conocido a uno de ellos y le pregunté si lo había dicho a su madre. Me dijo que en aquellos tiempos los curas eran muy poderosos y estos abusos no se denunciaban. Y así haríamos una larga lista. Incluso el cura que me bautizó, de resultas de una carta que se publicó en La Ultima Hora, de un vecino de es Coll d'en Rabassa, en tiempos de la República, que le denunció de supuestos abusos a menores, como respuesta por haber condenado en el altar mayor o en el púlpito dominical, a los divorciados, que eran pocos, por eso quedaron señalados. Pues bien, caros hermanos, cuando estalló la Guerra Incivil, fue asesinado, en su mismo domicilio, donde hay ahora un bar y lo hubo, en la actual calle Cardenal Rossell, antigua Carretera de Llucmajor. Eso es lo que hay, señor Obispo, en nuestra memoria histórica. La tradición dice que fue asesinado por orden del cura párroco. Queda algún testimonio vivo.
YO FUI UNA DE MUCHAS NIÑAS QUE UN PERVERTIDO PEDOFILO ABUSO DE MI DE LOS 11 A LOS 13 AÑOS Y LUEGO ME HACIA CONFESARME CON EL DE MIS PECADOS EL CABRON Y NO ME LO HACIA A MI SOLA SI NO A MUCHAS NIÑAS MAS. DESDE SIEMPRE ELLOS LO PUEDEN HACER PERO PARA LOS DEMAS EN UN PECADO GRAVE, SIEMPRE LO HACEN CON CHANTAJE Y AMENAZAS
Escenario: un oscuro y sórdido confesionario. Ave María Purísima./ Sin pecado concebida./ Padre.../Monseñor, monseñor, soy Obispo/ Monseñor, soy un puto homosexual/ Hijo, puedes llamarme Monse.../ La jodienda, NUNCA CON MENORES, no tiene enmienda. Nunca os perdonaré (con el gusto que yo pasaba) que me hicierais aborrecer las pajas...hasta que me dí cuenta que erais unos reprimidos embusteros. Con vosotros, todo lo que daba gusto era pecado. Mentirosos.