El PI no se presentará a las elecciones generales

«Tenemos que hacer una lectora de los resultados electorales y consideramos que, aunque nos duela, ahora no es el momento de encarar una carrera electoral. Necesitamos reorganizar el partido, encontrar nuevos espacios y gente nueva para marcar una hoja de ruta para que en cuatro años podamos salir a las próximas autonómicas, insulares, municipales y estatales con una propuesta que ilusione y llegue a más gente», ha asegurado Gili.

«No ha sido una decisión fácil, primero porque estamos convencidos de que es necesario que el PI esté presente en el Congreso y en el Senado para que Baleares tenga una voz propia que mire por sus intereses; por otra parte, las Islas se han quedado sin poder votar ninguna opción plenamente de Baleares, ahora que Més ha dado el paso para ir con Sumar sin explorar una lista unitaria 100 % balear con nosotros», ha reprochado el presidente del partido.

Gili también ha recordado que esta legislatura tendrán a Antoni Salas y Magdalena Vives, como consellers electos en el Consell de Mallorca, además de diversas alcaldías y unos setenta regidores que trabajarán desde el equipo de gobierno o la oposición para «mejorar la vida de los mallorquines». «Tenemos estructura y ganas de trabajar por este proyecto centrado en Balears que es el PI y que únicamente debe de responder ante las personas que viven en las Islas», ha concluido.

Cambios internos

Los resultados que los regionalistas consiguieron en las elecciones de 2019 quedaron muy lejos de alcanzar el deseado diputado en el Congreso, por lo que ahora, tras un fracaso tan reciente, emprender una nueva campaña implicaba un esfuerzo económico importante. De hecho, en el caso del PI, la pérdida de subvenciones en el Parlament será de 96.898 euros al año, pero seguirá percibiendo cantidades del Consell y de los ayuntamientos en los que tiene presencia.

Asimismo, cabe tener en cuenta que los resultados de mayo han alterado la estabilidad interna del partido tras cerrar su crisis después de la salida de Antoni Amengual y otros miembros que discrepaban con Josep Melià, que no entró en el Parlament. Quedó fuera por poco más de 1.800 apoyos. Sin embargo, en el Consell el partido sacó dos escaños, lo que allana el camino para que el futuro del partido pase por el liderazgo de Antoni Salas, que además revalidó con mayoría absoluta como alcalde de Costitx por quinta vez consecutiva.