Llevamos ya años oyendo a muchos analistas afirmando que «es el momento de las bolsas europeas» bajo la premisa que «están más baratas» que las americanas. Sin embargo, o mucho cambia en las últimas semanas de este año o 2024 habrá ampliado mucho el hueco respecto a Wall Street.

Es verdad que hay cierta trampa en la enorme diferencia de rentabilidad: la gran aportación a los índices de las «7 Magníficas» (NVIDIA, Alphabet, Amazon, Apple, Microsoft, Meta y Tesla). De hecho, el conjunto de estas grandes tecnológicas ganan en los últimos 5 años más de un 250%, y NVIDIA sola (la empresa más grande del mundo por capitalización bursátil) un 2.700%; dicho de otra forma, quien invirtiera 10.000 dólares en esa empresa en ese periodo, hoy tendría 280.000.

Evidentemente, el 32% que pesa este grupo selecto dentro del S&P hace que la diferencia sea más amplia y algo «irreal», pero no es el único motivo: la calidad de las empresas, el entorno macro o la especialización sectorial han demostrado que las empresas europeas son algo más débiles.

Por si fuera poco, y ya se ha hablado en esta sección en numerosas ocasiones, los índices europeos también tienen mucho peso en tipologías concretas. De hecho aquí hemos analizado de forma específica el sector lujo (con mucho peso en Francia), automóviles (con importancia en el DAX alemán), el relacionado con viajes, turismo, deporte o experiencias y, la semana pasada, el bancario con un peso brutal en el MIB italiano y muy protagonista también de «nuestro» Ibex. Pero, con menos peso en los índices de referencia, no hay que obviar otros sectores o tipologías de empresas que pueden haberse quedado algo rezagados.

Aunque las «utilities» (servicios públicos energéticos) sí tienen pesos importantes, no son tan presentes las renovables. Una potencial bajada de tipos de interés, junto a un incremento de apetito inversor las puede dejar con un atractivo importante.

Otro nicho que debería cobrar protagonismo, además con un sesgo defensivo importante es la salud. Dejando de lado Novo Nordisk, el resto del sector europeo no ha cumplido con lo que se esperaba de él, a pesar de cotizar a ratios realmente baratos. Incluso el gigante danés, con las últimas recogidas de beneficios (ha caído casi un 30% desde máximos), se puede haber puesto en el punto de mira de nuevo. En este segmento podemos encontrar a las «típicas» suizas como Roche o Novartis, pero también hay que mirar small caps con mucho potencial.

Evidentemente la tecnología debe tener su importancia, es cierto que aquí no tenemos las BigTechs americanas, pero también hay empresas relacionadas con la IA y semiconductores (ASML, ASM o Infineon por ejemplo) que, o bien han retrocedido mucho en los últimos meses, o bien no han cogido toda la subida de las americanas. Sin duda, el entorno macroeconómico es muy importante, no solo para este final de año, sino para el medio plazo: las bajadas de tipos son un hecho y viendo la evolución de la inflación, cada vez más controlada, y las perspectivas económicas, cada vez más débiles, deberían ser un factor muy positivo.