La propuesta de reducir la jornada laboral a 37,5 horas semanales está generado discusiones y análisis profundos. Sin embargo, más allá de los beneficios (a corto plazo) para los trabajadores resulta esencial explorar cómo puede influir este cambio en las empresas. A nadie escapa las inquietudes de los empresarios por su impacto directo en el tejido empresarial. En primer lugar, nos encontramos ante la posibilidad de un incremento de los costes laborales, que podría oscilar entre el 7% y el 10%. En un entorno altamente competitivo y globalizado, estas cifras pueden representar un golpe significativo a los márgenes de las empresas, la pérdida de competitividad o directamente la viabilidad. La productividad es otro tema para tener en cuenta. Aunque es cierto que trabajadores más descansados pueden ser más eficientes, la realidad es que menos horas laborables podrían traducirse en una menor prestación de servicios o una necesidad de mayores contrataciones para las empresas.
La reducción de la jornada laboral
10/11/23 8:20
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