Los mínimos de principios julio, en muchos casos coincidiendo con soportes muy importantes, parecía que habían supuesto un punto de inflexión en las bolsas con una tendencia alcista que seguía en agosto.
De hecho, la primera quincena de agosto estaba siendo espectacular, con subidas muy fuertes en casi todos los índices bursátiles. Sin embargo, las palabras de Jerone Powell, presidente de la Reserva Federal americana en el encuentro de Jackson Hole diciendo que la lucha contra la inflación generaría «algo de dolor a las familias» acabó girando y hundiendo a las bolsas.
El mercado interpretó una futura subida de tipos de interés más fuertes que lo que se esperaba previamente. La «sorpresa» y el tono del discurso asustaron a los inversores a lo que el dato de inflación de la zona euro no ayudó nada.
En cuanto a las bolsas europeas, la que menos ha caído ha sido el FTSE británico, a pesar del proceso de elección de nuevo primer ministro (podría provocar incertidumbre, pero no ha sido así) con una pérdida acotada que se quedó en el 1,90%. La siguiente ha sido el IBEX español, apoyándose en el gran peso de la banca (por un lado beneficiada ahora por la subida de tipos, pero puede ser perjudicada posteriormente por una recesión económica y por el impuesto anunciado de forma reciente).
De hecho, aunque la mejor acción del IBEX este mes ha sido Repsol (+8,83%), dos bancos han seguido a la petrolera: Sabadell (+8,45%) y Bankinter (+4,79%). A eso hay que sumar las rentabilidades positivas de los dos grandes: BBVA (+1,57%) y Santander (+0,31%); en medio de ambos Caixabank con una revalorización del 0,44%.
En cuanto a otras compañías relevantes del IBEX, ha subido Iberdrola (+2,06%); mientras que Telefónica, Inditex y Cellnex han bajado un 5,07; 6,54 y 9,47% respectivamente.
Sin embargo, en la parte baja,con mayores retrocesos, aparece Grifols (-15,05%); IAG (-12,19%) y, una de las ganadoras del año pasado, Fluidra (-11,94%).
Caídas superiores a la española en el resto de bolsas del Viejo Continente: MIB italiano, DAX alemán y CAC francés con pérdidas del 3,8; 4,8 y 5% respectivamente.
Tampoco han ido bien los resultados en Wall Street: a pesar de las fuertes subidas de la primera quincena, el Dow Jones y el S&P han perdido un 4,1% y 4,2% cada uno, mientras que el tecnológico Nasdaq se ha dejado un 5,2%. Sin embargo, otra bolsa americana, el Bovespa brasileño, ha sido la mejor del mes con una subida del 6,20%.
Por último, las bolsas asiáticas han tenido un gran comportamiento con números verdes en el Sensex indio (+3,4%), el Nikkei japonés (+0,8%) y el Kospi coreano (+0,8%) y caídas muy moderadas de las bolsas chinas, tanto la local de Shangai (-1,6%) como la internacional de Hong Kong (+1%).
Este mes de agosto ha sido muy extraño, con dos partes muy diferenciadas, con petróleo y oro planos, con gas natural muy volátil y con mucha influencia de datos macroeconómicos. El comienzo de septiembre ha sido similar al final de agosto y, a falta de resultados empresariales, los soportes a los que se acercan las bolsas, el sentimiento del inversor y los datos macroeconómicos seguirán pesando en un escenario de bolsas relativamente baratas.