K de Kose Kose en la pasarela Adlib 2022. | Arguiñe Escandón

Ariadna Ferrer es una artista ibicenca que siempre se ha sentido atraída por el mundo de la moda. De hecho, tal y como ella misma explica, lo lleva «en el ADN» ya que su abuela hacía trajes tradicionales ibicencos y su madre es una de las mejores costureras de Eivissa. «He crecido entre trajes de alta costura de grandes marcas. He estudiado moda y he trabajado en diferentes roles y, aunque mi principal vocación fue la danza, la moda fue un flotador en mi vida. En la vida hay momentos de inflexión y la moda me ha salvado. Quizá por ello son tan apasionada», explica esta diseñadora y empresaria ibicenca, dueña de la firma Adlib K de Kose Kose.

El germen de esta marca se gestó en una galería de arte que llevaba Ariadna en Barcelona junto con otros artistas. En ese momento, esta ibicenca también trabajaba para varios anticuarios del barrio Gótico realizando «piezas únicas por encargo con materiales exquisitos y ese fue el diseño de K de Kose Kose: el diseño con materiales vintage y exóticos para hacer piezas únicas y artísticas para exposición». Así, oficialmente, esta marca de moda ibicenca nació en el año 2011. Ariadna recuerda con cariño la primera pieza que creó y comercializó bajo su marca K de Kose Kose. Se trataba de una especie de pechera negra «de estilo victoriano, hecha toda con pedrería, encajes y pasamanerías antiguas. La primera pieza la vendí en esa galería de Barcelona, donde conoció a mi pareja y compañero creativo», explica. Pero, ¿a qué se debe este nombre tan original? Cuando esta joven ibicenca estudiaba moda en Barcelona, sus compañeros la llamaban Kose «porque me pasaba el día cosiendo». «Y el verbo se acabó convirtiendo en un nombre y, durante 20 años, fue el apodo por el que se me conocía. Decidí desprenderme del apodo, convertirlo en marca y transformarlo en una especie de ‘V' de victoria», indica.

LABORATORIO. K de Kose Kose es un «laboratorio de creación donde todo lo creativo puede suceder». Y es que Ariadna Ferrer es pura creatividad ya que tiene conocimientos de dramaturgia, además de representar a artistas, dedicarse a la dirección escénica y actuar, por ejemplo, para La Fura dels Baus.

«Mi compañero es fotógrafo y un gran creador de contenidos para redes, además de músico. Todo esto se ve reflejado en nuestro producto. Definir K de Kose Kose solo como una marca artesanal de accesorios de alta artesanía, especializada en joyería contemporánea y sombrerería de autor es quedarse en la superficie de nuestro trabajo». Principalmente, usan materiales textiles, como telas o pasamanerías, pero el metal también es muy importante. «Lo que más nos define es ser capaces de trabajar con lo que se nos presente. Por eso somos un laboratorio artístico; siempre estamos en busca de nuevas técnicas y nuevos materiales», precisa. En este sentido, en K de Kose Kose se puede encontrar «amor por los accesorios, sobriedad, tradición, cultura, vanguardia, riesgo, joyas, sombrerería de autor, color, piezas únicas, diversión, decoración, arte diseño y mucha, mucha moda... Eso sí, todo con el hilo conductor de la pasión por nuestro oficio y las ganas de transmitirlo a un público ávido de conocer la verdadera y actual Eivissa».

Esta vertiente innovadora y creativa se transmite, precisamente, en el lema de la empresa, que «desde el principio ha sido: ‘Más es más'» no solamente porque sus accesorios sean XXL sino porque hacen una auténtica «creación escénica». «Hacemos nuestra propia ropa para las puestas, creamos nuestro propio estilismo, dirigimos con un acting cuando nos lo permiten a nuestras modelos, hacemos la fotografía y hasta un año nos hicimos componer la música», explica esta empresaria ibicenca, quien encuentra la inspiración para dar vida a sus creaciones en la música, además del cine, la historia «y cualquier acontecimiento social». «Lo nuestro es un reciclaje y aprendizaje constante. Bebemos también mucho del pasado, de la tradición y de nuestro folclore, pero siempre sin olvidar que nuestro discurso y propuesta son vanguardista y colorista». En este sentido, sus principales referentes en el mundo de la moda son nombres tan destacados como Thierry Mugler, Alexander Mc Queen o Vivienne Westwood.

K de Kose Kose tiene dos líneas, la Privée y merchandising, y para cada una de ellas hay una manera de dar forma a las creaciones. «Para la línea Privée, que es la línea más artística, nunca empiezo por la pieza, suelo empezar por la música, por el concepto o idea que quiero llevar a la puesta. Después, en base a la materia prima que tengo, empiezo a diseñar y, finalmente, a crear». En el caso de la línea de merchandising, «me siento con el cliente y hablamos de sus necesidades, sus gustos y para quién irá dirigido. A partir de ahí, me pongo a diseñar y prototipar. Tengo la suerte de que quien me busca ya conoce mi trabajo y normalmente me deja plena libertad de creación».

Sobre lo más positivo de su profesión destaca el hecho de «poder trabajar en lo que amas y, además, en Eivissa. Pero lo peor es que aveces me he sentido mejor tratada fuera que en mi propia casa». Así, el hecho de trabajar en Eivissa es un «escaparate al mundo incomparable», pero tiene como inconveniente que «todo el mundo viene a copiar y a beneficiarse y nosotros seguimos preguntándonos si tiene que ser más blanco o menos blanco mientras nos pasan por encima y el tejido comercial se va desgastando». En este sentido, ya no hay distribuidores de materiales, casi no quedan tiendas de telas y en el mercado «no puedes competir con los precios y las tiendas multimarca no quieren arriesgar. Hay que ponerse manos a la obra, legislar y redirigir la financiación al comercio y productor local y dejarse de marketing e intermediarios. No me gusta ver Ibiza sin Ibiza».

Sobre si hay intrusismo en su sector, destaca que sí ya que la moda «mueve muchísimo dinero, crea muchos puestos de trabajo y existe mucha financiación al respecto. Pero el porcentaje que llega a los talleres profesionales es mínimo porque se queda en proyectos que o nada tienen que ver con la moda o están disfrazados de moda para aprovecharse de o dicen que van a publicitar la moda para poder acceder a la financiación».

PASARELA ADLIB. Ariadna Ferrer debutó con K de Kose Kose en solitario en la pasarela Adlib Moda Ibiza en el año 2016.

Dos años antes desfiló en Adlib, pero poniendo los accesorios a otra marca. «Ahí me di cuenta de que K de Kose Kose nunca funcionaría como una firma de complementos adosada a otra principal. Primero, porque nuestras piezas tienen mucha personalidad y, segundo, porque no éramos ni somos una marca de accesorios al uso», precisa. Dos años después, les permitieron desfilar en solitario y, además, crearon un precedente para otras marcas de accesorios que ya desfilaban y «abriendo las puertas a otras nuevas».

K de Kose Kose, auténtico arte
Una de las creaciones de la firma, en la última pasarela Adlib Moda Ibiza de este año.

Sobre la moda Adlib, esta diseñadora y creadora ibicenca considera que debe convertirse en «un referente a nivel mundial por ser una marca que defiende, promueve y preserva la producción local de moda slow y artesanal ibicenca por encima de los intereses del mercado». Además, considera que es una moda plural «y cambiante y hay que proteger al creador, diseñador y productor local por encima de la ideología y los gustos personales» y precisa que, en estos dos últimos años, la pasarela Adlib Moda Ibiza ha dado un gran «salto cualitativo».

En la pasarela de este año han presentado una retrospectiva bajo el título Antología Adlibitum, seleccionando seis looks de anteriores colecciones con el coral «como guiño al enclave y a la temática elegida de este año junto al mar».