En lugares como Eivissa capital ya empiezan a abundar los carteles de ‘se alquila’ en los locales. | Daniel Espinosa

La pequeña y mediana empresa de Eivissa y Formentera cierra un verano muy malo y se enfrenta a un invierno “muy complicado” y cargado de incertidumbre de cara a 2021. La patronal de la pequeña y mediana empresa de Eivissa y Formentera (PIMEEF) ha elaborado un barómetro sobre el impacto del coronavirus en el tejido empresarial de las Pitiüses. Este informe revela que el 87,5% de las pymes considera que la situación es mala o muy mala. “Prácticamente, el 88% de los encuestados ha tenido bajada de ventas por encima del 75%”, explica Alfonso Rojo, presidente de Pimeef.

La incertidumbre sobre cómo evolucionará la crisis sanitaria es tal que predomina la indecisión entre los pequeños y medianos empresarios a la hora de mantenerse abiertos o cerrar: “Hay un 22% de encuestados que no sabe si cerrará la empresa o no. Esto es un porcentaje muy elevado; en una situación normal dices ‘voy a luchar para sacar adelante mi negocio aunque sea reenfocándolo, pero cuando la incertidumbre es tan grande y la mejora no depende de ti sino de algo externo la indecisión es brutal. Este porcentaje nos ha llamado mucho la atención. Se trata de pymes que abren todo el año en las Pitiüses y que no saben si se mantendrán abiertos o tendrán que cerrar a esperar la temporada que viene o bien de manera definitiva. Hablamos de gente que tenía muy claro que su negocio abría todo el año y ahora duda de si podrá hacerlo”.

En este sentido, los próximos tres meses serán claves: “Tenemos claro que cuando llegue diciembre, después de pasar estos meses duros de confinamientos y nuevas restricciones, habrá empresas que decidan cerrar hasta mayo del año que viene. Las pequeñas y medianas empresas somos valientes a la hora de decidir, sabes más o menos lo que hacer, pero cuando un 22% comenta que no sabe si su negocio se mantendrá abierto todo el año nos deja muy claro la situación de inseguridad que tenemos. Es un dato muy preocupante”.

Cabe destacar, además, que un 11,5% de los encuestados se ha planteado el cierre definitivo de la empresa. El presidente de PIMEEF recuerda que cerrar hasta la temporada que viene o bien de manera definitiva significa más familias al ERTE o al paro.

“No olvidemos que el ERTE es un salvavidas que nos han tirado a las empresas, pero no deja de ser una ayuda con la que una familia no puede vivir. Esto generará, a su vez, un empobrecimiento generalizado para la conjunto de la sociedad ya que habrá menos dinero para el consumo. Será difícil generar ingresos si la gente no tiene dinero para gastar; el panorama es bastante sombrío”, indica.

Uno de los principales aspectos que preocupa a la patronal de la pequeña y mediana empresa es, precisamente, la retracción del consumo, que se dejará notar en la venta de coches, electrodomésticos, ropa y calzado. “El invierno se caracterizará por la incertidumbre, que es total, de si habrá más medidas restrictivas y confinamientos, y por la retracción del consumo generalizada”, añade.

Uno de los datos más relevantes de esta radiografía del impacto del coronavirus en las pymes pitiusas es que el 54,6% de las empresas han sufrido tensiones de tesorería por no haber podido acceder a créditos ICO, por no poder reducir costes fijos como el alquiler o bien por no poder aplazar deudas. En este sentido, un 47,3% de los encuestados afirma haber solicitado un préstamo con garantía del ICO o bien del ISBA, mientras otro 10,2% se lo está planteando.

“Tenemos prácticamente un 70% que ha pedido financiación o piensa hacerlo. Buscar financiación es a base de endeudarse, no es un crédito a coste cero; luego tienes que pagarlo. Hay que poner en valor que las empresas hemos sacado pecho y hemos pensado que es viable seguir con el negocio y de ahí el endeudamiento para salir adelante, pero cuidado que si el año que viene seguimos igual de mal hay que empezar a pagar los préstamos”, vaticina Rojo.

Otro dato muy revelador es que el 34,4% de los empresarios volverá a poner a su plantilla de trabajadores en ERTE y otro 42,8% no sabe si lo hará. “Esto significa que son empresarios que tienen previsto hacer reducciones de personal y estamos hablando de trabajadores fijos, de todo el año, y de empresas de sectores diferentes”, apunta.

Una de las lecciones que está dejando esta crisis sanitaria del coronavirus es que existe la concienciación de que superarla es “cosa de todos”, tanto de trabajadores como de empresas. “Esto nos hace ver que, como sociedad, todos dependemos de todos. Y más en un sitio tan pequeño como las Pitiüses en el que dependemos todos del turismo”, señala.

Precisamente, la dependencia del turismo y del sector servicios en general de la economía pitiusa se refleja en que el 83% no ha podido implementar el teletrabajo.

El presidente de Pimeef se muestra esperanzado y animado de cara a la temporada que viene, aunque reconoce que la “incertidumbre es total” y que los empresarios están “completamente a la expectativa”.

“Nosotros como federación y otras federaciones empresariales estamos trabajando con el Consell en el posible escenario de que la temporada que viene no habrá vacuna para toda la población y manejamos un panorama similar al de este verano, pero con la diferencia de que Europa habrá hecho los deberes y habrá establecido los corredores sanitarios seguros y se harán pruebas PCR rápidas en entradas y salidas. Creemos que esta puede ser la vía de cara a la temporada que viene. Tenemos que vender que somos un destino turístico seguro, pero no solo es un trabajo nuestro sino también del Govern, del Gobierno central y, por supuesto, de Europa”. Rojo afirma que en Pimeef son “medianamente optimistas” ya que el turismo es un motor económico muy importante en Europa que ahora mismo está paralizado y que se tiene que reactivar.

Por ello, insta a todos los empresarios a no perder el ánimo y seguir trabajando. En este sentido, lo que consiga hacer Canarias este invierno, que es su temporada alta, “será determinante”.