Esta trampa para insectos es biodegradable y compostable.

Iker Martínez es un prometedor diseñador e ingeniero industrial que el año pasado decidió instalarse en el Centre Bit de Alaior para poderse dedicar a la producción de prototipos en tres dimensiones. Prácticamente un año después acaba de lanzar al mercado su primer proyecto patentado, un innovador producto para el control de plagas en árboles, huertos y viñedos que consiste en una trampa para insectos fabricada con impresión en 3D y que, además, es completamente biodegradable. Este artículo es sin duda una beneficiosa aportación para la salud de nuestro campo que ya ha despertado un gran interés por parte del sector agrícola y forestal, y que ya tiene los primeros pedidos por parte del Consell Insular de Menorca para poder instalar 50 unidades en la icónica finca pública de Alforí de Dalt, así como otras 200 encargadas por parte de la Cooperativa del Camp de Menorca, que los quiere comercializar a través de sus establecimientos en todas las Balears. Por fin, Iker Martínez empieza a hacer realidad su sueño en tres dimensiones.

IMAGO. Presentado hace unas semanas en la sede del propio Centre Bit de Alaior, este sorprendente dispositivo bautizado como Imago es el resultado del trabajo realizado por Iker Martínez, fundador de la empresa Somni Project, junto con el equipo técnico del Programa EmprenBit para diseñar y validar un modelo de negocio innovador, escalable y altamente competitivo para el sector. El utensilio ha sido fabricado en tres dimensiones con ácido poliláctico (PLA), un polímero biodegradable que se obtiene a partir de almidón de maíz, la caña de azúcar u otros vegetales, que lo hacen biodegradable, reciclable y compostable, con un bajo impacto visual y sin mantenimiento. “Para el diseño del proyecto me inspiré en diversos elementos que tengo muy presentes, como la típica nasa de juncos que se utiliza para pescar la langosta, las estructuras ojivales del barrio de ses Voltes en Ciutadella, donde creció, y sobre todo en Menorca y su manera de concebir una naturaleza sostenible y de residuo cero”, detalla Martínez.

La trampa debe colocarse colgada en el árbol, la vid o el arbusto y puede ser capaz de capturar unas 140 especies de insectos diferentes ya que en su interior se depositan unas cápsulas que contienen feromonas femeninas y que actúan para atraer a los machos de la misma especie, consiguiendo de este modo evitar la fecundación y, por ende, un control de la población de insectos. “Imago supone una aportación no solo para el sector forestal sino también el agrícola, porque puede hacer frente a plagas muy habituales de nuestras islas como la procesionaria del pino, la lagarta peluda, el picudo rojo, la mosca del olivo y las polillas del tomate o el racimo”, añade el ingeniero.

De hecho, Imago también ha despertado mucho interés en el mundo del vino y estos días acaba de enviar diez unidades de prueba a Australia que le ha encargado un despacho de ingeniería agrónoma de Barcelona para testear en unos viñedos. “Estoy muy ilusionado, pero no doy alcance a todo lo que se está despertando a mi alrededor. Desde poder incrementar la capacidad de producción que tengo hasta el testeo que estamos haciendo para los productores de aceite y el control de plagas en los olivos”, explica el fundador de Somni Project. Este mes de julio lo presentará en Palma.

Además, Iker Martínez tiene otro proyecto en marcha en colaboración con el Museo de Menorca que verá la luz en septiembre y que consiste en la reproducción de unas monedas antiguas para una exposición donde los niños puedan tener en sus manos unas réplicas de lo que habrá en las vitrinas. Sin duda el impacto de la impresión en 3D no tiene limites.