Una de las reivindicaciones históricas de un régimen especial es la compensación de los sobrecostes del transporte de personas y mercancías. | Nuria Rincón

El Govern está respaldado de forma unánime para negociar un nuevo Régimen Especial de les Illes Balears (REIB) que compense los costes de insularidad. Este mismo mes de septiembre la consellera d'Hisenda i Administracions Públiques Catalina Cladera se reunió en Madrid con el ministro de Hacienda Cristóbal Montoro. Madrid se comprometió a tener el texto pactado antes de 2018, pero no concretó qué medidas contempla aprobar. Ante la posibilidad de que los plazos se alarguen, la consellera pidió que los presupuestos del Estado del próximo año contemplen algunas propuestas que luego se recogerán en el REIB.

El Govern acude a la negociación con el Ejecutivo estatal con una propuesta inicial que incluye 23 medidas en cuatro ejes: transporte aéreo y marítimo, compensación de la insularidad para determinados sectores productivos, fiscalidad y fondo insular de Balears e inversiones públicas.

Expertos de diferentes ámbitos, así como organizaciones sindicales y empresariales, consideran que es necesario contar con un nuevo REIB. Sin embargo, algunos son escépticos en los plazos y medidas y otros critican la falta de un enfoque global y de medidas laborales, además del hecho de que se centre más en medidas compensatorias que de competitividad.

Catalina Cladera explica que han preparado la propuesta “el Govern, todos los partidos políticos y la sociedad civil”. “Las medidas que hemos planteado, gracias al trabajo de la UIB, cubren cuatro ejes de compensación que abarcan las áreas de transporte, tanto de pasajeros como de mercancías y residuos; medidas sectoriales; medidas de régimen fiscal para particulares y empresas, y finalmente medidas para las administraciones con el Fondo de Insularidad. Es evidente que el nuevo REIB no puede ser un conjunto de medidas dispersas, pendientes de reuniones de comisiones para poderse poner en marcha, sino que tiene que representar un cosmos de medidas directas y aplicables que ataquen de manera eficiente los costes de insularidad de ciudadanos, Administraciones y empresas de las Islas desde un punto de vista integral”, valora.

CRÍTICAS. A pesar de que cuenta con un gran consenso, la propuesta no ha sido alabada de forma unánime por los expertos consultados. El analista sociolaboral Rafael Borràs lo ve bien, pero con matices: “La propuesta de REIB que presentó el Govern me parece interesante, en general, pero muy insuficiente en el ámbito laboral dado que, únicamente, y de una forma muy inconcreta, plantea que se han de adoptar medidas, pero no dice cuáles, centradas en la situación de los fijos discontinuos. En cualquier caso, un REIB aceptable no debe ser un placebo para un mal sistema de financiación autonómico”, acaba mencionando.

El director técnico de la Fundació Impulsa Balears Antoni Riera también se muestra desilusionado y pide más. “No dudo de la legitimidad política del REIB ni de la necesidad de restablecer el agravio en materia de inversión y financiación al que el Gobierno de España viene sometiendo al Archipiélago. Sin embargo, para que el REIB pueda jugar a favor de la necesaria mejora de la renta de los ciudadanos de Balears, debe ir más allá de las medidas aisladas y dispersas que a menudo se generan, respondiendo a cuestiones de índole circunstancial (no estratégica) y política (más que económica). Porque después su recorrido, y por lo tanto sus efectos, también acaban siendo solo circunstanciales y de carácter político”, argumenta, para añadir después que “en la formulación del nuevo REIB se debería haber pensado menos en compesación y más en competitividad; menos en insularidad y más en internacionalización”.

Para Pau Monserrat, economista de Futur Legal, es “imprescindible” que el régimen fiscal tenga en cuenta “el número de habitantes reales, contando a los turistas, a la hora de hacer los cálculos”. Es crítico y escéptico: “No me creo a los partidos políticos que han tenido en Madrid poder y no han mejorado la situación de Balears en el pasado. Nos guste o no, solo unos representantes políticos de carácter regionalista o nacionalista pueden conseguir forzar el pulso al Estado y conseguir un REIB en condiciones. Debería recoger muchas mejoras, pero para ello hace falta verdadera voluntad política, que de momento no veo”, sentencia.

Desde la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM), su presidenta Inma Benito también se muestra escéptica. “Desde la FEHM hemos manifestado nuestro compromiso para mejorar la aportación del Estado a la comunidad por el hecho insular. Pero debemos trabajar con un enfoque global, no podemos seguir buscando medidas que alimenten una Administración ineficiente o que incidan únicamente en la competitividad de las empresas. No tengo claro que todas las medidas presentadas vayan en esa dirección”, menciona.

ALABANZAS. A la propuesta del Govern tampoco le faltan halagos. José Luis García, secretario general de Comisiones Obreras en Balears, tiene una opinión favorable. “La propuesta presentada por el Govern es buena y hace hincapié en los costes que son más caros en Balears por el hecho insular”, opina, y pone el foco en la creación del fondo de insularidad, que “tiene que ser sufragado con los presupuestos generales del Estado y debe garantizar el equilibrio territorial mediante inversiones públicas en el Archipiélago”.

Andreu Rotger es el presidente del Cercle d'Economia de Mallorca, la entidad que reunió a más de ochenta entidades en un manifiesto que pide un nuevo Régimen Especial para Balears. Considera que en el proceso de negociación “el caso canario debe ser un referente”.

El secretario general de UGT Alejandro Texías destaca el ámbito laboral: “Una de las prioridades de la negociación para UGT es que se dé importancia al fomento de medidas económicas compensatorias para contrarrestar los efectos negativos de la estacionalidad en las rentas y en la generación de derechos de los trabajadores y trabajadoras que no tienen empleo todo el año, con medidas como un plan de empleo estacional compensatorio entre los meses de noviembre y febrero”, explica. Asimismo, desde UGT apoyan las iniciativas dirigidas a favorecer la prolongación de la temporada turística y de un nuevo modelo productivo “que ofrezca mayor estabilidad laboral”. En el ámbito fiscal, reivindican alcanzar un IVA reducido similar al canario y exigen abaratar las conexiones del transporte aéreo y marítimo de viajeros, favorecer el acceso a la vivienda y que el plus de insularidad para el personal público de Balears se equipare con el de Canarias.

REIB Y FINANCIACIÓN. Los expertos inciden en que el REIB no puede sustituir ni suplir la financiación autonómica. Para el catedrático de Historia Económica y presidente del Consell Econòmic i Social (CES), Carles Manera, hay que distinguir entre régimen especial y modelo de financiación. “El nuevo REIB debería recoger medidas que supongan un incremento inversor del Estado en Balears, un aspecto que se recogía en las inversiones estatutarias, y por otro lado debe recoger los factores que compensen los costes de insularidad”, indica, mencionando que esta discusión es al margen de la financiación autonómica. “En este último aspecto, sería importante conocer cómo ha evolucionado el modelo de 2009 y qué cifras, absolutas y relativas, ha ofrecido. Si lo viéramos en perspectiva, comprobaríamos que no ha sido tan negativo. Y que, por tanto, el gran esfuerzo hay que ponerlo en el REIB”.

José Luis Roses, presidente de la Cámara de Comercio de Mallorca, considera correcta la propuesta e incide en que “las inversiones son el capítulo fundamental, sobre todo en las aguas residuales, el sector energético, sanidad y educación. En cambio, el IVA reducido será muy difícil de conseguir”.

“La insularidad es una variable que aumenta los costes a los que se enfrentan las empresas productores de Balears. Les resta competitividad y a la vez encarece los precios de consumo”, indica el economista Antoni Costa, que añade: “En consecuencia, las medidas adicionales a las ya existentes deberían ir encaminadas a reducir estos costes, bonificando en mayor medida precios como por ejemplo el transporte de personas y mercancías, estableciendo un régimen específico que reduzca la presión fiscal sobre las empresas y consumidores de Balears y estableciendo sistemas de cofinanciación de inversiones entre el Estado y la comunidad que permitan reducir los costes de prestación de los servicios públicos que se ven afectados por la insularidad”.

El economista Antonio Alcover enumera las medidas que el REIB debe incluir: “Mejoras fiscales compensadoras por insularidad, es decir, menores tasas e impuestos; menores costes de transporte entre islas con subvenciones o derogación de tasas; menores costes logísticos de productos y personas, y medidas incentivadoras de la inversión privada y de fomento de la competencia”.

Por su parte, el economista Pep Ignasi Aguiló considera que “ha de estar mucho más orientado hacia el ciudadano que al propio Govern” y considera que el REIB debería “reconocer las desventajas de la insularidad en materia fiscal, de infraestructuras, de costes administrativos, etc”.

Carmen Planas, presidenta de CAEB, reafirma su apoyo al Govern para “conseguir mejorar la financiación autonómica e implantar definitivamente un nuevo REIB”. “Hoy seguimos creyendo que nuestra comunidad está mal financiada, a la cola en las inversiones estatales, y que las empresas de Balears están en situación de desventaja competitiva frente a las de otras comunidades debido a los costes que soportan derivados de la insularidad”, argumenta.