Realidad virtual y realidad aumentada

La realidad virtual no es nada nuevo, pero estamos ahora en un momento en el que las grandes marcas han puesto el ojo en ella y están lanzando al mercado diferentes cámaras 360 grados, gafas y smartphones.
En parte, me recuerda a lo que sucedía hace 10 años con las redes sociales. Aparentemente era para unos pocos, los early adopters, y la mayoría pensaban que eran “para perder el tiempo” y con el paso de los años han revolucionado todos los sectores.

Con la realidad virtual pasa igual. De inicio, solo los más geeks estarán subiendo fotos y vídeos 360º, pero en un plazo no muy largo de tiempo acabará formando parte de nuestro día a día en educación, sanidad, turismo, marketing, arte... La realidad virtual hace que nos sumerjamos en otro lugar, real o imaginario, y podamos vivir experiencias completas.

Es posible que también hayáis escuchado hablar de la realidad aumentada, tampoco es una tecnología “nueva”. Sin embargo, está siendo otro de los focos de las grandes compañías a la hora de desarrollar sus productos. Un claro ejemplo es el juego de Pokemon Go, que supera ya en número de usuarios activos a Twitter.

Si la realidad virtual nos lleva a otro escenario en el que vivir las experiencias, la realidad aumentada nos permite traer, acercar otra realidad a la nuestra y que tengamos de escenario de fondo nuestro propio entorno. Un ejemplo sería poder estar hablando con alguien que está en otro lugar pero tenerlo “físicamente al lado”.

Podríamos decir que ambas son tecnologías que nos llevarán un paso más lejos que las fotografías o vídeos a las que hasta ahora hemos estado acostumbrados.