En el estado actual de convulsión política, de incertidumbre económica y de pérdida de autoestima patriota, creo que es interesante recordar algunos datos del ranking económico de España en el mundo. Si vamos a tener un nuevo gobierno, que sin duda cambiará cosas para mejorar, no solo hay que pensar en clave económico-social interior sino también en términos de competitividad económica exterior.

Del prestigioso World Competitiveness Center del IMD (escuela de negocios de Lausanne) que publica desde 1989 su World Competitiveness Yearbook (www.imd.org/wcc) sobre economía, gobierno, empresas e infraestructuras de los 62 principales países del mundo, usando criterios basados en estadísticas oficiales (PIB) y en encuestas (competitividad), obtenemos los siguientes datos de 2014 - 2015:

-Ranking PIB: España es 14º del mundo generando el 1,82% mundial con 1,4 billones de US$. Como referencia tenemos: 1º EEUU generando el 22,53% y 17,4 billones; 2º China continental con el 13,43% y 10,4 billones; 3º Japón con el 5,97% y 4,6 billones. En la UE nos superan solo Alemania (4º del mundo), Reino Unido (5º), Francia (6º). Así pues España es una notable potencia económica mundial, además de europea, lo que debería reforzar nuestra autoestima a pesar de las actuales noticias negativas.

-Ranking Competitividad: España 39º del mundo, lugar desfasado con relación al ranking del PIB, lo que supone un gran reto del futuro gobierno para evitar una recaída de la economía y del bienestar social. Como referencia tenemos: 1º Estados Unidos, 2º China continental, 3º Singapur, 4º Suiza, 5º Canadá, 6º Luxemburgo, 7º Noruega, 8º Dinamarca, 9º Suecia y 10º Alemania. Este ranking puede sugerir que un modelo a imitar (descartando a USA y China) sería el escandinavo. Sin embargo, el tamaño de España y su pluralidad autonómica hacen pensar en Alemania como referente. Nuestro punto fuerte en este ranking son las “infraestructuras” (29º del mundo) pero quedan lastradas por los peores rankings de “administración pública” (43º) y “eficiencia empresarial” (46º). No necesita comentario la escasa eficiencia de las administraciones públicas pero sí la empresarial. Por ejemplo, en el caso de Balears, donde domina la empresa turística con clientela extranjera, es evidente el buen nivel de competitividad exterior gracias a la eficiencia y al “know how”.

Por otro lado, en términos de productividad (medida en PIB por empleado y componente de la competitividad) el ranking mundial presenta novedades: 1º Catar, 2º Luxemburgo, 3º Noruega, 4º Singapur, 5º EEUU, 6º Irlanda, 7º China continental, 8º Bélgica, 9º Francia y 10º Suiza. España se sitúa el 15º, pero por encima del 22º de Alemania y del 27º de Japón. Sin embargo, en este tema particular no se puede realizar un benchmarking comparativo que permita establecer una pauta a imitar, al no poder comparar los pesos de los distintos tipos de actividad económica en cada país (p.e.como una actividad basada en servicios o en industria).