La situación ha alcanzado un nivel de preocupación tal que muchos de ellos tienen la intención de promover de cara a este invierno una plataforma contra el intrusismo en el transporte. “Somos conscientes de que es un problema que no se acabará en un día ni en un invierno, pero hay que empezar a trabajar en serio contra los taxis pirata”, explicaron recientemente un grupo de afectados.
Los nuevos gobiernos del Consell d'Eivissa y el Govern ya han manifestado que intensificarán las inspecciones, así como que impulsarán un “plan de choque” contra la piratería en el transporte. Este invierno, la máxima institución insular y el sector legal del taxi abordarán cómo afrontar esta lacra la temporada que viene.
El sector de transporte discrecional (taxis de lujo), taxis, administraciones, policías locales y Guardia Civil se reunieron el pasado mes de noviembre para poner sobre la mesa las cifras del verano de 2014. Entonces, según la conselleria de Transport i Mobilitat, se habían interpuesto 288 denuncias frente a las 190 de 2013, lo que supuso un incremento del 50%. “La colaboración ha sido más efectiva. Se han hecho muchas inspecciones en carretera, se han inspeccionado webs, se han formado a los policías locales... es decir, entre todos hemos hecho un trabajo conjunto y coordinado y el resultado está en que han aumentado las denuncias respecto al año pasado”, destacaba la entonces consellera Pepita Costa.
RETIRAR PUNTOS. Sin embargo, los ‘piratas' han escogido de nuevo Eivissa para hacer su ‘agosto' en 2015. Una de las medidas que había solicitado el Consell Insular d'Eivissa al Gobierno central contemplaba la posibilidad de retirar puntos del carné a los taxistas ilegales que fueran sorprendidos ejerciendo esta actividad. El Ministerio de Fomento contestó en abril de manera negativa a la petición de la máxima institución insular. Fomento argumentó que se trata de una infracción que debe tratarse “por la vía administrativa de la Ley de Transporte, como se está haciendo actualmente”, explicaron desde el Consell d'Eivissa.
Pese a esta primera negativa, la administración local de Eivissa admitió que volvería a insistir de nuevo a través de la Comisión contra el Intrusismo de Balears. Así, la estrategia es reunir y sumar apoyos para que esta petición salga adelante. Cabe recordar que la intención del Consell d'Eivissa es que la primera denuncia por ejercer de taxi pirata comporte la retirada de seis puntos del carné de conducir y en el caso de ser reincidente en esta práctica ilegal se perderían los 12 puntos, por lo que se retiraría el carné y se incurriría en acciones penales.
El inicio de la temporada alta constató en el sector un aumento de taxistas ‘piratas'. El nuevo presidente del Consell d'Eivissa, el socialista Vicent Torres, explicó a mediados del mes pasado que la incorporación de un nuevo inspector (para cubrir una baja) en la Conselleria de Territori i Mobilitat serviría para incidir en el control del transporte ilegal y, en concreto, de los taxis ‘pirata'. “Es un tema que nos preocupa, hay una normativa y una regulación que nos da la impresión que no se está cumpliendo de ninguna manera”, aseguró Torres, que reconoció que “la sensación de descontrol” que denunciaban en la oposición “es la misma que nos preocupa ahora como gobierno y queremos pararla”.
La movilización institucional no se detuvo ahí. El 29 de julio el conseller balear de Territori, Energia i Mobilitat, el ibicenco Joan Boned, anunció su compromiso de activar un plan de choque contra el intrusismo en el sector del transporte, que se articulará con medidas específicas para cada uno de los sectores afectados.
La promesa del Govern se expresó en el marco de la primera reunión que mantuvo el conseller con representantes de la Federación Empresarial Balear de Transportes (FEBT), que cuenta con 16 asociaciones. Los miembros de la federación explicaron a Boned su preocupación por el creciente intrusismo de personas particulares, empresas e incluso organizaciones multinacionales que actúan al margen de la normativa en materia de transportes.
La situación, según relataron, es especialmente problemática en la isla de Eivissa, en el aeropuerto de Son Sant Joan y en la Part Forana de Mallorca. Boned y los representantes de la FEBT coincidieron en la necesidad de que las medidas contra el intrusismo impliquen a los profesionales y la administración, tanto autonómica, municipales e insulares, además de Delegación de Gobierno, fuerzas policiales, Agencia Tributaria e Inspección de Trabajo.
La Federación Empresarial Balear de Transportes trasladó también al conseller otras cuestiones como la posibilidad de poder acceder a líneas de financiación a través de ISBA o ICO para abordar la renovación de las flotas.
‘GUERRA TOTAL'. Durante la mañana del 3 de agosto, un grupo de profesionales legales del taxi se concentró de manera pacífica en el aeropuerto de Eivissa disfrazados de piratas y con máscaras de héroes y de V de Vendetta, con la intención de concienciar a los turistas sobre la importancia de hacer uso del transporte legal y, además, plantar cara “y decir basta” a los múltiples taxistas ilegales (ya sea con coches particulares o furgonetas del estilo Viano) que se concentran tanto en la puerta de llegadas de la terminal como fuera de las instalaciones intentando captar clientes incluso de la cola de taxis oficial. Exigen a las autoridades “medidas contundentes” para frenar un problema que cada año va a más. Denuncian amenazas por parte de los ‘piratas' y alertan de la inseguridad que viven los turistas que hacen uso de un taxi ilegal. “Cada verano es peor; sentimos frustración, indignación y enfado de ver a esta gente quitándonos el trabajo de manera ilegal”, fue la frase de un taxista asalariado que podría extrapolarse al sentimiento generalizado del sector del taxi en Eivissa.
Los propios taxistas están recabando y documentando ejemplos de “estafas y agresiones” sobre turistas de quienes ejercen de manera ilegal la profesión. El mismo trayecto, los mismos kilómetros, pero con precios multiplicados como mínimo por cuatro son solo algunos de los ejemplos. “Nos alojamos en es Canar. Un día fuimos a Platja d'en Bossa (unos 25 kilómetros) y a la vuelta nos ofrecieron un coche como taxi y nos cobraron 120 euros”, relatan dos turistas británicas a un taxista legal que las recogió para hacer el mismo trayecto dos días después y cuya tarifa oficial de es Canar a Platja d'en Bossa es de 35 euros.
Las instituciones han recogido el guante y esta misma semana el Consell d'Alcaldes de la isla de Eivissa acordó poner cerco al intrusismo. Los ayuntamientos trabajarán de manera coordinada con el Consell y los cuerpos y fuerzas de seguridad para intensificar los controles sobre los ‘taxis pirata' y se establecerán medidas de cara a la próxima temporada.
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