El sector de la construcción de Eivissa y Formentera continúa su recuperación de actividad y empleo y, al mismo tiempo, siguen siendo las islas que tiran de la recuperación del resto de Balears.
Sin embargo, aún no se puede decir que la construcción haya superado la crisis económica, tal y como destaca Consuelo Antúnez, presidenta de la Asociación de Constructores de Pimeef. “La construcción en Eivissa y Formentera ha soportado mejor la crisis que en el resto de islas; ha sido un caso extraño dentro de Balears y, a su vez, Balears ha sido un caso raro dentro del país. Pienso que hemos aguantado mejor la crisis porque aquí hay más inversión extranjera, que es una parte importante en el sector”, asegura Antúnez, quien recuerda que en los últimos años Eivissa y Formentera han obtenido muy buenos resultados turísticos y económicos, lo que también ha propiciado las inversiones en construcción.
INVERSIÓN. Según los últimos datos del Colegio Oficial de Arquitectos de Balears (COAIB), en el primer trimestre de este año la inversión en construcción aumentó un 80,7% en las Pitiüses, pasando de los 33 millones contabilizados hasta marzo de 2014 hasta los 59,6 millones en los tres primeros meses de este año. El desglose de estos datos pone de manifiesto que en proyectos de viviendas se invirtieron hasta marzo 37,9 millones frente a los 20,5 del año pasado, lo que supone un incremento del 85%, mientras que en reformas turísticas el aumento fue del 32,2% pasando de los 9,9 millones invertidos en el primer trimestre del año pasado a los 13,2 millones de este. En todo el año pasado, la inversión en construcción aumentó un 41% en las Pitiüses respecto al ejercicio de 2013. ¿Se repetirá este crecimiento en el conjunto de este ejercicio? “Nos vamos recuperando y los datos demuestran que vamos hacia adelante, aunque luego realmente comentas con la gente de tu círculo y no está tan extendida esta situación de recuperación. En Balears parece que sí que ha despegado y en Eivissa y Formentera continuará la tendencia al crecimiento y seguirá siendo la que impulse el crecimiento en el resto de Balears”, aunque la presidenta de los constructores de Eivissa y Formentera precisa, respecto a los datos del COAIB, que se trata de proyectos visados que se tienen que materializar.
EMPLEO. Estos datos de recuperación del sector se ponen de manifiesto en la recuperación del empleo y la disminución del paro, aunque no se llegarán a recuperar las cifras previas a la crisis, según advierte la representante de la patronal en las Pitiüses. De hecho, esta asociación profesional calcula que en las islas hay un 50% menos de trabajadores que en 2007. Así, en el primer semestre de este año se han firmado 976 nuevas relaciones laborales en la construcción, lo que supone un aumento del 16,8% en comparación con el mismo semestre del año pasado, pero aún quedan lejos los 7.335 nuevos contratos que se firmaron solo en el primer semestre del año 2006. A esto hay que sumar un descenso del 19,5% en el total de parados en este sector, que ha pasado de los 1.441 personas sin empleo que había en Eivissa y Formentera el semestre pasado a las 1.159 personas contabilizadas en los seis primeros meses de este año. “No hemos superado la crisis, todavía nos queda mucho por trabajar. Hay casi un 50% menos de trabajadores de los que había en 2007. No creo que vayamos a recuperar los empleos que había en el boom de la construcción, pero sí que pienso que todavía hay un volumen importante de gente sin empleo”, explica Antúnez, quien asegura que “no es deseable” que en Eivissa y Formentera recupere el volumen de actividad previo a 2007. “Era una situación muy convulsa y con exceso de construcción; como ciudadana pienso que no es deseable para la sociedad porque vivimos en un territorio limitado y hay que cuidarlo”.
Durante estos últimos años, el sector ha conseguido sobrellevar la crisis gracias a las reformas. Pese a ello, no han sido la clave de la ‘salvación' del sector en Eivissa y Formentera, entre otros motivos porque los grandes proyectos de reformas y, dentro de estas, las del ámbito turístico, han recaído en empresas de fuera de las Pitiüses.
Por el contrario, lo que sí ha contribuido más han sido los proyectos de vivienda con inversión extranjera. “Se han hecho muchas reformas turísticas, pero las grandes no las hemos hecho empresas de aquí sino grandes empresas de fuera que vienen a competir con precios más baratos porque en sus lugares de origen no tienen posibilidad de trabajar; tienen una situación desesperada y vienen aquí de cualquier manera. De hecho en muchos casos no cumplen cien por cien con todos los requisitos que deberían cumplir y ante esto una empresa que cumple con todo no puede competir. Las reformas han movido el sector, pero no lo han salvado”.
La tendencia que debe seguir el sector es, según explica Antúnez, seguir apostando por las reformas, aunque precisa que aún hay margen de crecimiento para la obra nueva: “Hay sitios que son zonas urbanas y que están sin construir, pero lo deseable es ir hacia las reformas”. Lo que continuará siendo una incógnita es la obra pública: “En estos últimos años ha estado bastante parada y hay una incertidumbre muy grande sobre lo que pasará de ahora en adelante”.
INTRUSISMO. A la entrada de empresas de fuera hay que sumar el incremento del intrusismo con la crisis económica, uno de los principales problemas que arrastra el sector en las Pitiüses, razón por la que piden a las administraciones “un control realmente efectivo” de quienes trabajan de manera ilegal. “Nuestra principal demanda es que se dediquen a controlar el intrusismo, que pongan más medios y que se den cuenta de que es algo ventajoso para todos poner freno al aumento de la oferta ilegal en el sector”, asegura la presidenta de los constructores en Eivissa y Formentera.
Otro de los temas que inquieta al sector es la seguridad jurídica y la falta de un planeamiento urbanístico a largo plazo, algo clave cuando se trata de inversiones en construcción ya que se dilatan “mucho” los plazos. “Es muy importante conseguir un planeamiento urbanístico a largo plazo para evitar la inseguridad que hay ahora; esto sí que nos perjudica porque los promotores no se atreven a invertir. Ahora compras un terreno en el que se puede construir, luego de la noche a la mañana ahí no tienes nada… Se alargan mucho los plazos y por en medio hay cambios que son difíciles de llevar”.
Uno de los ejemplos de la inseguridad provocada por el planeamiento urbanístico se encuentra en el municipio de Eivissa, donde el Tribunal Supremo anuló el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) en febrero de este año por un defecto de forma al haberse aprobado en el año 2009 sin la Evaluación Ambiental Estratégica que debería haber emitido el Ministerio de Medio Ambiente. Tras esto, el Ajuntament d'Eivissa decidió suspender las licencias de obra nueva durante un año y tramitar un planeamiento nuevo. “Sí que ha tenido efecto. Dijeron que no se alargaría más allá de un año, pero las tramitaciones son muy largas únicamente teniendo que cumplir los plazos administrativos marcados. Hay inquietud por esto”, explicó Antúnez, quien reclama una mayor agilidad en la tramitación de licencias.
“Sé que es complicado, pero pedimos un mayor consenso y que sea a largo plazo. Se han dado casos de gente que compra una parcela urbana y que, más tarde, deja de serlo. La dilatación en la tramitación de licencias es tal que ahora si quieres vender una parcela en Eivissa, o la vendes con licencia o directamente no la vendes”, concluye Antúnez.
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