Las previsiones apuntan que 2014 será también un buen año para el turismo. | M. Joy

La economía de Balears mejorará ligeramente durante 2014, pero hablar de recuperación sin matices es toda una osadía. Los economistas rezuman prudencia, mientras que desde el ámbito político se vende optimismo. Entre crisis, estancamiento o recuperación, 2014 se prevé como un año de estancamiento, aunque con una ligera tendencia a la mejoría. De hecho, hay unanimidad en considerar que este año será mejor que el anterior.


Los datos de paro mejorarán ligeramente, puesto que el crecimiento es escaso para generar empleo. El turismo continuará tirando de la economía balear durante 2014 y sectores como la construcción y la industria mejorarán muy tímidamente sus datos o dejarán, sencillamente, de empeorar. Augurar qué pasará es complicado, pero parece seguro que el crédito no llegará aún con fluidez a familias y que la austeridad continúa siendo un mal necesario. Sobre las medidas a adoptar durante 2014 para acelerar la recuperación se antoja vital reducir la presión fiscal. Reducir el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) no parece entrar en los planes del Gobierno, que podría apostar por reducir el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).

ESTANCAMIENTO. Antoni Riera, catedrático de Economía Aplicada de la Universitat de les Illes Balears, recuerda que “aunque las previsiones de crecimiento de la economía se han revisado a la baja, se augura que los resultados de 2014 serán mejores que los del año pasado”. Augura también que “Balears dejará atrás la recesión y que la economía crecerá ligeramente, tal y como ha comenzado a hacer en 2013”. Matiza, en todo caso, que “la recuperación no será rápida”.


Onofre Martorell, profesor titular del área de Economía Financiera de la UIB y decano del Col·legi d'Economistes, definiría 2014 como un año de “estancamiento”, pero asegura que en caso de crecimiento será “muy leve”. Considera que 2014 es el año del “cambio de tendencia” y augura también que la “recuperación no será rápida”.
José María Gilgado, presidente de l'Associació de Joves Empresaris, explica que la totalidad de las previsiones son positivas, con ligeros crecimientos. “El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, pronostica un crecimiento para 2014 del 0,7% y hasta un total de ocho estudios de diferentes organismos auguran una mejora que oscila entre el 0,2% previsto por el Fondo Monetario Internacional (FMI) hasta el 0,6% estimado por el Banco de España”. Gilgado cataloga así el año “de estancamiento con un ligero crecimiento”.

PARO. Una de las grandes incógnitas es saber si el ligero crecimiento de 2014 permitirá bajar la tasa de paro por debajo del 20%, después de cerrar 2012 con el 23,17% de desempleo y una ligera mejora el pasado año.
Martorell augura que “bajar el paro por debajo del 20% será complicado. La pequeña mejora que habrá en 2014 será difícil que se traduzca en un incremento de los puestos de trabajo”, asegura.
El catedrático de la UIB Antoni Riera, por su parte, indica que, en todo caso, si el paro baja por debajo del 20% será por la disminución de la población activa -retorno de inmigrantes a su país de origen y emigración-. “A pesar de la reforma estatal del mercado laboral y la salida de la recesión hay que esperar que la ocupación mantenga aún la tendencia descendente”.


El presidente dels Joves Empresaris considera que “la reducción de las cifras oficiales del paro tardará en llegar porque la economía sumergida se ha instalado en muchas zonas”. En todo caso, mantiene que “en el segundo semestre, cuando las empresas más grandes y las turísticas empiecen a ver el tirón de la demanda, empezará a contratarse oficialmente y el desempleo registrado descenderá suavemente”.

TURISMO. La próxima temporada turística se presenta con unos excelentes índices de ocupación y unos precios de venta más que aceptables. Así, se prevé un nuevo avance del sector turístico y una ligera mejoría de la construcción y la industria.
“Continuará avanzando positivamente el Valor Agregado Bruto (VAB) -el PIB antes de impuestos- del sector servicios gracias al efecto de una campaña turística que se espera semejante a la de 2013. En el resto de sectores se moderará la caída interanual, pero no podremos hablar aún de crecimiento ni en la construcción ni en la industria”, explica Riera.


Martorell también considera que estos dos sectores no mejorarán sus resultados y pone el acento en la estacionalidad que sufre el turismo. “El turismo sí aguanta la crisis. El verano que viene será bueno. El turismo se defenderá en temporada alta, pero los inviernos son muy duros y largos. La estacionalidad sigue siendo un problema muy grave, puesto que vamos a peor. No habrá remontada de la industria o la construcción, aunque sí una tímida mejora”, argumenta.


Gilgado explica que el sector servicios crecerá, pero que no espera un ascenso espectacular de construcción e industria. “Balears es una comunidad que vive prácticamente del sector servicios y será difícil que cambie su dinámica. Si crecen otros sectores será de forma muy suave”, afirma.

LA RECESIÓN. La recesión ha quedado atrás, aunque no hay que fiarse en exceso.
El catedrático de Economía Aplicada, Antoni Riera, augura que la recesión ha quedado ya superada, aunque recuerda la gran vulnerabilidad de la economía balear. “No hay que esperar nuevos episodios de recesión, pero si se cumplen las tímidas expectativas de crecimiento, ligeramente por encima del 0%, no puede obviarse que la economía balear mantiene una alta dosis de vulnerabilidad, especialmente si se reproducen escenarios de tensión financiera en la zona euro”.


“Todo apunta a que la recesión se ha acabado, pero la seguridad total no la tenemos”, explica Martorell, que añade que dependerá en gran medida de “si se produce algún otro episodio de nerviosismo en los mercados financieros”. Añade Martorell que existe “la sospecha de que los mercados financieros pueden ponerse nerviosos de nuevo si España no acomete las reformas estructurales demandadas por Europa y esperadas por los mercados”. El presidente de Joves Empresaris José María Gilgado asegura que “hemos tocado fondo”.

¿DESCENSO DEL IVA? La subida del IVA provocó una fuerte caída del consumo y una disminución de los beneficios empresariales. Riera, Martorell y Gilgado coinciden en señalar que una variación del IVA a la baja serviría para reactivar la economía y facilitaría la recuperación.


“La demanda interna sufrió más que en 2012, afectada por la subida del tipo del IVA. Un año después, el efecto de la subida ha comenzado a disiparse en un clima de fuertes restricciones en las rentas familiares”, asegura. Añade que “la disminución del IVA contribuiría a estimular el consumo” aunque pronostica que el Gobierno de Rajoy “en el marco de la reforma fiscal que ha planteado optará por revisar el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y no el IVA”.


Martorell, por su parte, tiene claro que sería recomendable reducir el tipo del IVA. “Si se rebaja el IVA seremos más competitivos y podremos mejorar las exportaciones. Sería muy positivo para el turismo y estimularía el consumo”, asegura.


Gilgado no cree que el Gobierno rebaje el tipo impositivo del IVA, pero asegura que sería una medida muy positiva para la economía. “Parece que el Gobierno no va a tocar el IVA. En todo caso, habría que recatalogar algunos productos y servicios para volver a pasarlos a los tipos reducido y superreducido. Es evidente que la bajada de impuestos aceleraría el crecimiento de la demanda interna y provocaría la contratación de personas”, afirma.

CRÉDITO. El Estado ha saneado durante 2013 bancos y cajas, pero el crédito sigue sin llegar a las empresas y a las familias. Tampoco llegará en 2014. Hay coincidencia en señalar que la falta de crédito perjudica la recuperación, pero no hay una solución en el horizonte.
Riera apunta que la fragmentación del sector financiero lastra la posibilidad de que el crédito llegue a las familias y empresas. “La falta de crédito financiero es un hándicap importante que frena la recuperación. La fragmentación del sector financiero frena los canales de transmisión de la política monetaria del Banco Central Europeo a las familias y empresas”.


Martorell es pesimista y augura que durante 2014 aún no fluirá el crédito. “Se mejorará algo, pero de forma leve. Hasta que la banca emplee el dinero del Banco Central Europeo para financiar la deuda pública será complicado que el líquido llegue a familias y empresas. De esta manera, la elevada deuda pública de España dificulta el acceso al crédito”, explica.


José María Gilgado, como Riera y Martorell, ve complicado que el líquido llegue a las empresas. “No tengo claro que el crédito llegue a las empresas en 2014”, asegura.

AUSTERIDAD. La austeridad es la receta casi universalmente aceptada como gran remedio para la actual crisis. Los recortes y la falta de inversión pública, en todo caso, no contribuyen a facilitar la recuperación a corto plazo.
El catedrático de Economía Aplicada de la UIB tiene claro que la austeridad es imprescindible en estos momentos. “La austeridad, la consolidación presupuestaria y las reformas estructurales son condiciones necesarias para la competitividad de la economía balear. Hemos acumulado importantes desequilibrios heredados del modelo de crecimiento de los años anteriores a la crisis”, argumenta Riera.


El presidente del Col·legi d'Economistes Nofre Martorell apuesta también por mantener la austeridad. “No queda otro remedio. La estabilidad presupuestaria es necesaria. Lo recomendable es un Estado que solo gaste lo que ingresa”, señala.


Gilgado apuesta por la eficiencia en el gasto y reducir el peso de la administración pública. “Hay que invertir de la manera más eficiente posible. La administración pública debe adelgazar y eliminar los excesos que aún hoy existen”, asevera.

TRES MEDIDAS. Decidir qué 3 medidas se podrían adoptar para acelerar la salida de la crisis no es fácil. En todo caso, reducir la presión fiscal parece una medida coincidente para todos.
Riera apostaría por la mejora de la competitividad de las pymes, la eficiencia en el uso de los recursos (naturales y físicos; públicos y privados, y humanos y tecnológicos), además de políticas de promoción de la ocupación y la movilidad laboral.


Martorell cree que sería fundamental la recuperación del crédito, bajar la presión fiscal y los costes de la Seguridad Social para incentivar así a las empresas a contratar personal. Además, considera fundamental recuperar el turista del Inserso, fundamentalmente inglés y alemán, que en los últimos años ha optado por otros destinos.
El presidente de los Joves Empresaris considera prioritario bajar los impuestos a las clases medias y bajas, especialmente el IRPF, aunque también vería con buenos ojos un descenso del IVA. Además, realizar políticas eficientes contra el paro como subvencionar las cuotas de la Seguridad Social para nuevos contratos, y exigir a Madrid un marco fiscal y una financiación más justa y solidaria, contribuiría a acelerar la recuperación.