El nuevo establecimiento, que contará con 23 habitaciones singulares, estará conectado al mar, ya que los huéspedes tendrán la posibilidad de disfrutar de tres veleros para su recreo. Se trata de un detalle de los muchos que ha contemplado este nuevo emplazamiento hotelero proyectado por los arquitectes franceses CFA y el ciutadellenc Antoni Vivó, al que habrá que sumar como atractivo la carta del restaurante, con un jefe de cocina con estrella Michelin. La decoración ha sido ideada por el prestigioso estudio Putman, un top en interiorismo del que se han beneficiado otros hoteles en el mundo como el Sofitel Arc de Triomph en París o el Rivage en Hong Kong, por citar algunos ejemplos.
La primera fase de demolición y consolidación de la estructura, que lleva a cabo la constructora M. Polo, se alargará hasta finales de año. El objetivo es empezar a comercializar las habitaciones en marzo y abrir las puertas a finales de mayo de 2014, tal y como prevé Laurent Morel-Ruymen, presidente del grupo.
ENCANTO SEÑORIAL. La premisa de la transformación de Can Faustino es conservar el encanto de una casa señorial, y eso implicará que cada habitación sea singular. La utilización de materiales como el marés o el terrazo formará parte de la construcción, en la que ahora participan 25 operarios. En total se crearán 40 puestos de trabajo, entre directos e indirectos, para conseguir hacer realidad el nuevo Can Faustino.
El hotel contará con un spa y una piscina para clientes, así como un restaurante interior y exterior para poder disfrutar de su jardín.
“La cocina será elaborada in situ por un cocinero de la Península laureado con una estrella Michelin, cuyo nombre no puedo revelar hasta principios del año que viene, que será cuando lo presentemos”, explica el promotor. Según Morel-Ruymen, el hotel estará abierto de febrero a diciembre y trabajarán quince personas de manera directa para que todo funcione como un reloj suizo. “Al ser un hotel de interior no llevará una categoría que lo defina pero nos miramos en los hoteles de cinco estrellas. La habitación más cara en temporada alta tendrá un precio de 690 euros y la habitación más barata en la temporada más baja se ofrecerá por unos 95”, precisa.
MARE TERRA. Conjuntamente a Can Faustino, este grupo inversor francés, que tiene ubicadas sus oficinas centrales para toda España en Palma, tiene planeado un segundo proyecto para transformar los edificios militares de Cala Llucalari (Alaior) en dos hoteles de cinco estrellas con viviendas hoteleras turísticas. Este proyecto de ambiente rural todavía se está acabando de redactar, pendiente de la adaptación a las nuevas normas urbanísticas que tiene en marcha el Consell Insular.
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