La exposición Teoría de la Alegría, que conmemora el 50 aniversario del Museo de Arte Contemporáneo (MACE) con 11 de los artistas jóvenes de las Baleares más prestigiosos del panorama, se inauguró ayer por la tarde.
La exposición, que celebra las bodas de oro de uno de los museos de arte contemporáneo más antiguos de España, está comisariada y desarrollada por la directora del MACE Elena Ruiz y Enrique Juncosa, miembro de la comisión asesora del MACE. Han dedicado dos años de conversaciones y reflexiones para elaborar esta gran muestra que reúne a 11 jóvenes artistas baleares, y se reparte entre los dos espacios del museo, en la propia sede en Dalt Vila, y en la nave del polígono de es Gorg (la antigua galería Lune Rouge). Teoría de la Alegría, subvencionada por la Conselleria de Presidencia del Govern, ha logrado reunir el apoyo de diferentes actores locales relevantes, como es el caso de OD Hotels, que se encarga de hospedar a varios artistas de la exposición en sus hoteles OD Talamanca y Ryans Marina, así como de Amigos del MACE, Royal Plaza, Hotel Cenit y Concept Hotel Group. Esta exposición busca enfatizar su compromiso con la escena local y sus artistas, proporcionándoles un espacio de gran relevancia en el que mostrar sus obras y conectar directamente con el público.
Tratándose de la celebración de los primeros 50 años de vida del MACE, los comisarios han preferido poner la mirada, más que en este medio siglo pasado, en el presente y el futuro de nuestro arte. Por eso el grupo de artistas seleccionados son parte de una nueva generación de creadores y creadoras nacidas entre los años ochenta y los primeros noventa, nativos digitales, con un presente consolidado y maduro, y un futuro por delante en el que seguir desarrollando su trabajo.
Celebrar el aniversario con una exposición de artistas jóvenes les pareció lo más pertinente a los comisarios. Las razones son claras, y aunque Ruiz bromea con un «por que los viejos somos nosotros (el museo)», matiza que esta selección les pareció «lo más pertinente para subrayar el criterio proyectivo que tiene el museo, que por una parte tiene una historia larga tras de si, y por otra un gran proyección sobre el presente y futuro», que es dónde han puesto el foco. «Un compromiso con lo actual», según define Juncosa.
El hecho de que se trate de artistas de baleares es, también, una reafirmación de nuestra comunidad. Y aunque Irene de Andrés (Ibiza, 1986), Estella Rahola (Barcelona, 1980) y Adrián Martínez (Ibiza, 1984) ‘juegan en casa', en su isla, la comisaria de la exposición insiste en que son una parte más del colectivo artístico balear que completan Marcel·la Barceló (Mallorca, 1992), Joan Benàssar (Palma, 1991), Laura Fluxà (Palma, 1995), Bel Fullana (Palma, 1985), Julià Panadés (Mallorca, 1981), Albert Pinya (Palma, 1985), Cristòfol Pons (Ciutadella, 1981) y Bartomeu Sastre (Palma, 1986) en esta gran exposición.
Son 11 voces distintas, no es una exposición colectiva al uso si no que son once exposiciones individuales, pero con puntos en común: la fragilidad, el sentido del humor, recurrir a la idea de lo efímero o lo frágil, y, sobretodo, el hecho de que todos revisitan las vanguardias desde un punto de vista desacralizado, un punto de vista distinto al de las generaciones pre-digitales. La contaminación del ambiente, el abuso de poder, los problemas de la política, o imaginarios basados en personajes populares o del cómic son, también, elementos que confluyen en todos los artistas desde sus distintas técnicas, todo desde un espíritu positivo.
Cabe destacar, por desgracia todavía, que seis de once artistas son mujeres. En el mundo del arte en el que la figura dela mujer como creadora siempre se ha ignorado, es motivo de celebración que se reconozca el talento independientemente del sexo.
Teoría de la Alegría es el nombre de esta exposición. En los tiempos que corren no deja de llamar la atención tal título. El comisario lo justifica desde la perspectiva de que «vivimos unos tiempos en los que la gente está insatisfecha: ecología, política… y ahora solo nos faltaba esto» de ahí que celebrar el aniversario del museo con gente joven, que no suele exponer en museos tan pronto, «se convierte en un acto alegre, aunque el contenido de las obras no lo sea». Lo que queda claro es que la celebración de las bodas de oro de un museo de arte contemporáno es motivo de alegría, también el práctica.
Sobre el montaje, Enrique Juncosa, lo define como «tipo bienal», dónde cada artista tiene su espacio propio para desarrollar su discurso. A la hora de seleccionar a los, y las, artistas se ha tenido en cuenta también la variedad de estilos que conviven en el arte contemporáneo de la actualidad. «En otros momentos había una línea dominante. Pero ahora se hace un poco de todo, tenemos desde pinturas efímeras en la pared, vídeos, instalaciones, pintura, escultura, obras híbridas, fotos…» explica el comisario y miembro de la comisión asesora del MACE. Sobre la generación a la que pertenecen los artistas seleccionados para este aniversario, apunta que son «una nueva generación de artistas que empiezan a conocerse, que empezaron a exponer a partir de 2008 (algunos antes que otros), y que han ido aguantando crisis una detrás de otra», circunstancia que inevitablemente influye en su obra.
Las obras de Irene de Andrés, Adrián Martínez, Julià Panadés, Joan Bennàssar, Bartomeu Sastre, y Marcel·la Barceló se exiben en el espacio del Polígono d'Es Gorg. En la Sala de Armas de la sede del museo en Dalt Vila se encuentra la obra de Stella Rahola Matutes, Lara Fluxà, Albert Pinya, Cristòfol Pons y Bel Fullana. En la zona escalonada del museo sí hay un guiño a la historia del MACE, una selección de documentos de los años entre 1969 y 1972.
La exposición se mantendrá abierta hasta el 31 de diciembre. El horario durante el mes de septiembre es de martes a domingo de 10.00 a 14.00 horas y de martes a viernes de 17.00 a 20.00 horas. A partir de octubre será de 10.00 a 16.30 horas de martes a viernes, y sábados y domingos de 10.00 a 14.00 horas.
2 comentarios
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A mi siempre me ha parecido que un Ferrari como el MACE, debería ser el epicentro y motor cultural de una isla de singulares y brillantes pintores, escultores, poeta, escritores, etc y no deja de ser un sitio gris de endogamia que una vez que ha acabado con los viejos Popes ahora intenta hacer acontecimientos con mas bombo mediático que contenido para justificar que existe. O cambian al personal que se dedica a conducirlo o acabará todavía mas en la irrelevancia.
Creía que la normativa actual no se podían reunir mas de 10 personal, ayer pude ver en el MACE un montón de gente junta, un microbús hasta los topes, se ve que cuando se trata del Ayuntamiento como siempre hacen lo que les da la gana, cuando y donde les da la gana, haz lo que yo digo y no hagas lo que yo hago, caciques hasta la sepultura.