Vida de un empresario. La película, que dirige el director debutante Michael Gracey, hasta ahora supervisor de efectos visuales, arranca a principios del siglo veinte, cuando Phineas Taylor Barnum (Hugh Jackman), un hombre que ha abandonado su sueño de trabajar en el mundo del espectáculo para ser contable y sacar adelante a su familia, es despedido. Es entonces cuando decide gastar sus ahorros para montar el mejor show circense de la historia, que le llevará recorrer el mundo entero, acompañado por un variopinto grupo de artistas. Entre ellos, Philip (Zac Efron), que vivirá una tormentosa historia de amor con una acróbata a la que da vida Zendaya. Tanto éxito hará que la relación con su mujer (Michelle Williams) se resienta, por culpa de una millonaria accionista (Rebecca Ferguson) demasiado interesada en el protagonista. ¿Barnum será capaz de mantener unida a su familia real y a la que ha formado en el circo?
Un proyecto largamente acariciado. El actor australiano, nominado al Oscar al mejor actor por Les Miserables (2012), ha sido el principal artífice de este proyecto, que le ha costado siete años poner en marcha. Y aunque se podría pensar que el éxito mundial del musical La la land el año pasado dio pie al rodaje de esta película, su preproducción había comenzado meses antes del estreno de la cinta de Damien Chazelle. Eso sí, ambas producciones comparten compositores, Benji Pasek y Justin Paul, que ganaron el Oscar a la mejor canción con City Of Stars, y que este año aspiran a llevarse otro con This is Me, todo un éxito antes incluso de estrenarse El gran showman. Para conocer el resultado de la película habrá que esperar hasta el 29 de diciembre.
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